SAN DIEGO — La sorprendente racha del venezolano Luis Arráez ha terminado.

La máquina de contacto de los Padres se ponchó por primera vez desde el 10 de agosto en la tercera entrada de la victoria de los Padres por 3-1 sobre los Astros la noche del lunes en Petco Park. El abridor derecho de Houston, Spencer Arrighetti, ganó una batalla de nueve lanzamientos al conseguir que Arráez abanicara una cuerva con cuenta de 3-2.

Arráez había tenido 141 visitas al plato sin poncharse. De acuerdo con Elias Sports Bureau, se trató de la racha más larga en los últimos 20 años –desde que Juan Pierre acumuló 147 turnos sin poncharse en la temporada del 2004.

Rachas más largas de visitas al plato sin ponches (desde el inicio de la Era de la Expansión en 1961):

• Dave Cash, 223 (Filis de 1976)
• Nellie Fox, 185 (Medias Blancas de 1962)
• Bill Buckner, 184 (Dodgers de 1972)
• Greg Gross, 173 (Filis de 1979-1980)
• Tony Gwynn, 170 (Padres de 1995)

Arráez no se ponchaba desde el 10 de agosto en Miami, cuando aún lidiaba con los efectos persistentes de una lesión en un pulgar. En ese momento, su promedio era de .302, el más bajo desde que se unió a los Padres vía cambio a principios de mayo.

Con su roletazo en la primera entrada, Arráez empató a Tony Gwynn con la segunda racha de más juegos consecutivos sin poncharse en la historia de los Padres. Solamente la racha de 170 visitas al plato seguidas sin abanicar la brisa de Gwynn en 1995 fue más larga.

“Me ponché, y dije: ‘Tengo dos turnos al bate más’”, declaró Arráez después del juego. “Vamos a ver qué pasa”.

Decidido, Arráez respondió con imparables en sus últimos dos turnos al bate – aunque pareció lastimarse la rodilla derecha en el quinto inning mientras se deslizaba en el plato. Tras llegar cojeando a la intermedia después de conectar un doble en la séptima, Arráez fue reemplazado por un corredor emergente.

Cuando se le preguntó después del partido cómo se sentía, Arráez sonrió. ¿Físicamente? El venezolano dijo sentirse bien y espera regresar al lineup el martes. Pero…

“¿Y el ponche? Es doloroso”, exclamó Arráez. “Pero [el material de Arrighetti] era venenoso. Batallé con él. Tiene muy buen material”.

Ha sido una demostración de contacto increíble para Arráez, quien sólo se ha ponchado tres veces desde la pausa por el Juego de Estrellas. Y el venezolano casi no ha abanicado pitcheos. Durante ese trecho, Arráez ha abanicado envíos solo nueve veces — aunque Arrighetti hizo que Arráez abanicara tres lanzamientos en sus primeros dos turnos al bate.

“La Regadera” ahora batea .323 esta temporada y mantiene una ventaja considerable en camino a su tercera corona de bateo consecutiva. El dominicano Marcell Ozuna de Atlanta es segundo en el Viejo Circuito con promedio de .302.

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