La energía solar «fuera de la red» es la forma más sencilla y barata de llevar luz a gran parte de la población mundial que aún no tiene acceso a la electricidad, según un informe del Programa de Asistencia a la Gestión del Sector Energético del Banco Mundial y la asociación sectorial GOGLA.
En el mundo, alrededor de 685 millones de personas vive sin electricidad, cifra superior a la que había hace 20 años y que se calcula que en 2030 rondará los 660 millones, según el informe, que concluye que la forma más rentable de electrificar al 41 % de esa población (400 millones de personas) son los aparatos solares «sin enchufe».
La energía solar fuera de la red engloba sistemas de generación de energía basada en panales fotovoltaicos que no están conectados a una red eléctrica pública y que, por tanto, funcionan independientemente. Equipados de baterías, pueden almacenar la energía generada y consumirla aún cuando no hay luz solar, sin depender de una compañía eléctrica.
Entre 2020 y 2022, este tipo de sistemas supusieron el 55 % de la electrificación llevada a cabo en África Subsahariana, región del mundo en la que vive en torno al 85 % de la población mundial que aún vive «sin luz».
Sacar de la pobreza en un planeta habitable
Sin embargo, los expertos advierten de que garantizar el acceso universal a la electricidad mediante la energía solar fuera de la red en 2030 requeriría multiplicar por 6 los actuales niveles de inversión.
«Proporcionar acceso a electricidad limpia y asequible es fundamental para sacar a las personas de la pobreza en un planeta habitable», ha afirmado el director nacional del Banco Mundial para Kenia, Ruanda, Somalia y Uganda, Qimiao Fan.
La energía solar fuera de la red, ha apuntado, desempeñará un papel fundamental para llegar a los hogares, así como para acelerar el acceso a la electricidad para empresas, escuelas y centros de salud, desbloqueando el desarrollo en todos los sectores.
«Es la ruta más efectiva para llegar a casi 400 millones de personas sin electricidad, brindándoles soluciones energéticas que cambian la vida de sus hogares, granjas, negocios y servicios públicos», ha afirmado la directora ejecutiva de GOGLA, Sarah Malm.
No obstante, el coste sigue siendo una barrera crítica: sólo el 22 % de los hogares que carecen de electricidad pueden permitirse el pago mensual de un kit de energía solar de Nivel 1 en PAYG (pago fraccionado).
En las zonas afectadas por conflictos, en las que vive el 82 % de las personas que carecen de acceso a energía conectada, los precios son un 57 % más altos, lo que los hace aún menos asequibles.
Se necesitan 21.000 millones de dólares
La inversión en el sector solar fuera de la red alcanzó un máximo de 1.200 millones de dólares entre 2022 y 2023, impulsada en gran medida por la financiación de la deuda.
Sin embargo, es necesario multiplicar por seis la financiación pública, hasta 21.000 millones de dólares, para electrificar a los 398 millones de personas que estarían conectadas de manera más eficiente mediante energía solar fuera de la red.
Otros 74.000 millones de dólares cubrirían los mercados potenciales de bombas de agua solares, soluciones de almacenamiento en frío y soluciones OGS de nivel 2+ para micro, pequeñas y medianas empresas. EFEverde
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