El FC Barcelona, vigente campeón de la UEFA Champions League, se ha alzado con la Supercopa de la UEFA de 2015 tras ganar en la prórroga al actual vencedor de la UEFA Europa League, el Sevilla FC, en un vibrante y disputado encuentro celebrado en el Boris Paichadze Erovnuli Stadioni Dinamo Arena de Tiflis. Con este triunfo en la que ha sido la tercera final 100% española, el conjunto azulgrana iguala el récord que tenía el AC Milan de cinco triunfos en la competición.

El partido empezó de la mejor manera para el Sevilla, que en apenas tres minutos logró adelantarse. Javier Mascherano cometió falta sobre Jose Antonio Reyes cerca de la frontal del área, una oportunidad que no desperdició Éver Banega, que tras una ejecución brillante mandó el balón al fondo de la red. Pero el Barça no estaba dispuesto a estar mucho tiempo por detrás en el marcador y apenas cuatro minutos después, Lionel Messi puso la réplica logrando el 1-1 después de otro lanzamiento de falta brillante que entró ajustado al palo izquierdo defendido por Beto.

En un inicio vibrante, Rafinha casi conecta un buen pase de Ivan Rakitić pero fue de nuevo Messi el que acaparó todo el protagonismo en Tiflis. Otra vez de falta y cuando acababa de cumplirse el cuarto de hora de partido, el delantero argentino logró el 2-1 ajustando su lanzamiento a la escuadra, un disparo ante el que poco pudo hacer el portero luso y que supone el gol número 36 de Messi en 37 partidos con el Barça en 2015. El Barcelona empezó a disfrutar, tocando el balón como le gusta, mientras que tras los dos tantos encajados al conjunto hispalense le costó meterse de nuevo en el encuentro.

El conjunto de Luis Enrique se hizo con el control del balón mientras que el Sevilla, metido en su campo, esperaba una oportunidad para salir a la contra y empatar el encuentro antes del descanso. De hecho, en el 40′, un peligroso centro de Coke lo tuvo que sacar en la misma línea de gol un atento Dani Alves, pero fue de nuevo el conjunto azulgrana, por mediación de Rafinha tras pase de Luis Suárez, el que logró marcar, un 3-1 con el que se llegaría al descanso.

El Barça fue el primero en intentarlo tras el paso por los vestuarios y cuando apenas habían pasado siete minutos de la segunda mitad, llegó el cuarto de la noche para los azulgranas. Sergio Busquets recuperó un balón tras la buena presión de los catalanes y asistió a Luis Suárez para que lograra el 4-1, un tanto que encarrilaba la final para los de Luis Enrique. Pero el Sevilla no acostumbra a bajar los brazos y en el 57′ consiguió acortar las distancias por mediación de Reyes, que con la derecha mandó al fondo de la red un buen centro de Vitolo.

Con 4-2 en el marcador, y cuando quedaban algo menos de 20 minutos para la conclusión del encuentro, Jérémy Mathieu cometió penalti sobre Vitolo, algo que no desaprovechó Kevin Gameiro para colocar al Sevilla a solo un gol de forzar la prórroga. La emoción estaba asegurada para el tramo final del encuentro y así fue, con Yevhen Konoplyanka poniendo en pie a todos los aficionados hispalenses con el 4-4 a falta de nueve minutos para el final, un tanto que forzó la prórroga en Tiflis.

Ya en el tiempo extra, ninguno de los equipos llegaba con claridad al área rival y aunque era el Barcelona el que parecía tener la situación bajo control, moviendo el balón como hace habitualmente, el encuentro llegó al descanso sin cambios en el marcador. El cansancio estaba presente en los jugadores de ambos conjuntos y aunque seguía siendo el Barça el que tenía el balón, el gol azulgrana no acababa de llegar. De hecho, hubo que esperar al 115′ para verlo. Una falta botada por Messi se estrelló en la barrera, él mismo cogió el rechace y después de que su disparo lo desviara Beto, apareció un atento Pedro para marcar el 5-4 que sería definitivo.