Racing le ganó 3-1 a Cruzeiro en la final de Asunción y regresa con la Copa Sudamericana más la clasificación directa a la Libertadores 2025 junto al acceso a la definición de la Recopa Sudamericana. En la capital paraguaya La Academia tuvo un muy buen desempeño colectivo en el primer tiempo y sacó ventaja que le permitió controlar el juego. El equipo de Gustavo Costas lustró la chapa de campeón: fue el más ganador del certamen, el más eficaz en ataque y contó con el máximo goledador. ¡Salud!
Eufórico -¿cabía otra posibilidad?-, Gustavo Costas flotaba en la conferencia de prensa, con la pasión que lo hace recorrer el sector asignado al entrenador en cada partido de Racing. «No me pidan análisis. Ganamos el partido que había que ganar… Pero el primer tiempo tuvimos muy buen juego», decía el flamante DT del campeón de la Copa Sudamericana y a quien se puede contradecir: cabe el análisis, cuyo resultado resalta su obra. Racing tuvo, sí, el compromiso y el apego a los colores que él siempre reclama. Pero, a la vez, en un partido sin revancha que no admite margen mayor de error, Racing dominó a un rival brasileño con hombres de selección y con otros de prestigio por un plan ejecutado a la perfección..
Racing ni siquiera se lamentó el VAR microscópico que anuló el gol prematuro de Gastón Martirena porque el uruguayo fue otra vez y realizó una obra superior: colgó la pelota arriba, en el segundo palo, en un remate que simuló ser centro. Y enseguida, la pelota de banda a banda terminó en pase largo a Maxi Salas para una asistencia a Adrián Martínez. El 2-0, como el resto de la primer parte, certificaba que Racing ejecutaba a la perfección sobre los defectos del rival. Racing fue una piedra en el zapato para Cruzeiro porque no le concedió espacios para armar pases continuos, porque lo fue a presionar y porque a cada captura de pelota sañlía una bola larga que anunciaba más distancia en el marcador.
El descuento en el inicio del segundo tiempo provocó un malestar del cual Racing, en otro mérito, supo salir. Ante la reunión de volantes y delanteros que Cruzeiro ensayaba como plataforma de lanzamiento en su búsqueda de empate, Costas cerró líneas en el medio y dejó a los puntas con la misión de la réplica. De hecho, luego del 2-1, Cruzeiro apenas inquietó con un par de centros sin consecuencias. Aun en campo propio, Racing confirmaba, con la solidez cerca de Gabriel Arias, que era el mejor. La sentencia final la puso Roger Martinez, con una definición que le dio a Racing la chapa de campeón que mostraba brillo. Al cabo, el trofeo coronó al más ganador del certamen (10 PG en 13 PJ), al más eficaz (33 tantos) y al que tuvo al goleador individual (Maravilla, con 10).
En su 40° título (séptimo internacional), Racing celebra este acto de justicia y se proyecta: estará en la fase directa de la Copa Libertadores 2025 y, seguramente en marzo, enfrentará a Botafogo o Atlético Mineiro -definen el sábado 30 la competencia más antigua de Conmebol- para dirimir la Recopa Sudamericana.
Fotos: Santiago Gómez Roca.
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