SEATTLE — Un slump de un juego al parecer fue suficiente para Agustín Ramírez.

El dominicano y prospecto número 4 de los Marlins, cuya carrera en Grandes Ligas tuvo un inicio nunca antes visto en al menos 125 años, se fue por primera vez en blanco en un encuentro el sábado, yéndose de 4-0 en la fea derrota de Miami por 14-0 ante los Marineros, para dejar su promedio de bateo en .500.

El domingo, en el revés de los Marlins por 7-6 en el T-Mobile Park, le dio la vuelta a la situación en un abrir y cerrar de ojos.

En la parte alta del primer episodio, Ramírez le pegó al segundo lanzamiento de Logan Evans y lo envió sobre la pared del jardín central a 105.1 mph con un ángulo de salida de 18 grados, enviando la bola a una distancia proyectada por Statcast de 404 pies en solo 4.5 segundos.Jonrón solitario de Agustín Ramírez

Jonrón solitario de Agustín Ramírez

Luego, en el sexto episodio, Ramírez pegó un descomunal vuelacercas de 421 pies al segundo piso por encima del bullpen ante el relevista Collin Snider. Ese cuadrangular tuvo una velocidad de salida de 108.7 mph.

Desde su ascenso el lunes, Ramírez ha puesto 16 bolas en juego; siete de ellas han tenido una velocidad de salida de al menos 100 mph.

Los dos cuadrangulares llegan dos juegos después de su noche de 4-2 en el primer juego de la serie, que incluyó el primer jonrón de carrera. En la temporada, Ramírez está bateando .500 (de 18-9) con cuatro dobles, tres vuelacercas, cinco carreras impulsadas y un OPS de 1.772.

De acuerdo con Sarah Langs de MLB.com, los siete extrabases de Ramírez están empatados como la mayor cantidad para un jugador en sus primeros cinco juegos en las Grandes Ligas (desde al menos 1901), junto a Rece Hinds (2024), Rowdy Tellez (2018), el cubano Jorge Soler (2014), Will Middlebrooks (2012) y Chris Dickerson (2008).

«Ciertamente ha tenido un buen comienzo, eso es seguro”, dijo el mánager de los Marlins, Clayton McCullough, antes del juego del sábado. “La producción ha sido excelente. La velocidad del bate, las velocidades de salida, la calidad del contacto. Eso siempre iba a estar ahí. Nunca estás seguro de cómo un joven bateador va a manejar la primera vez que está aquí arriba. Me ha impresionado tanto la calidad del contacto como los pitcheos a los que está haciendo swing.

“Está listo para batear cada lanzamiento, y se siente como si no está donde lo está buscando, tiene la habilidad de frenarse y dejar pasar los quebrados difíciles y seguir batallando. Hay una calma real en él en la caja ahora mismo, y cuando está consiguiendo algo que está buscando en un área, está listo para hacer un swing ‘A’”.

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