En el Día Mundial de los Arrecifes, la ministra de Ambiente hace un llamado a proteger estos ecosistemas vitales, que son indicadores del estado de salud de nuestros mares y brindan protección, alimento y sustento a miles de comunidades costeras.
Bogotá, 2 de junio de 2025 (@Minambienteco) – Por su gran valor ecológico, cultural y económico, los arrecifes de coral son considerados indicadores clave del estado de salud de los océanos. En el Día Mundial de los Arrecifes Coralinos, celebrado este primero de junio, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Lena Estrada Añokazi, hizo un llamado a la ciudadanía para conservar estos ecosistemas marinos.
“Los arrecifes son proveedores de recursos pesqueros, refugio de una impresionante diversidad de vida marina y barreras naturales que protegen a las comunidades costeras de la erosión y las tormentas”, señaló la ministra. Su mensaje busca generar conciencia sobre la importancia de estos hábitats, que, aunque ocupan menos del 0,1 % de la superficie oceánica, albergan cerca del 25 % de todas las especies marinas.
Estos ecosistemas albergan una asombrosa biodiversidad de peces de colores, tortugas, moluscos, pulpos, esponjas, crustáceos, anémonas, estrellas y erizos de mar, entre muchas otras especies.
Los arrecifes coralinos son formaciones tridimensionales complejas que emergen del fondo marino y se desarrollan principalmente en aguas poco profundas y cercanas a las costas. Están dominados por corales constructores, algas calcáreas, peces e invertebrados que conforman comunidades altamente diversas.
¿Qué son los corales?
Aunque a menudo se confunden con rocas o plantas marinas, los corales son animales invertebrados pertenecientes al filo Cnidaria. Viven agrupados en colonias formadas por cientos o miles de pequeños pólipos que secretan carbonato de calcio, formando estructuras rígidas que dan origen a los arrecifes.
Una de sus características más notables es la relación entre especies que establecen con algas microscópicas llamadas zooxantelas, que viven dentro de sus tejidos. Estas algas fotosintéticas proporcionan hasta el 90% de la energía que los corales necesitan para crecer, a cambio de protección y acceso a nutrientes.
Gracias a esta alianza, los corales pueden construir arrecifes que perduran por cientos o incluso miles de años, convirtiéndose en una de las estructuras biológicas más grandes y diversas del planeta. Los arrecifes de coral no solo son el hogar de miles de especies marinas, sino que también ofrecen importantes beneficios para las comunidades humanas, como pesca, turismo y protección costera.
Colombia, país de arrecifes
Con más de 375.000 hectáreas de arrecifes coralinos, Colombia es uno de los países más ricos en este tipo de ecosistemas en el continente. Cerca del 80 % se encuentra en el Caribe, especialmente en los archipiélagos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como en el archipiélago de San Bernardo y las Islas del Rosario.
Las formaciones coralinas en el Pacífico colombiano son de menor extensión, distribuidas principalmente en el Parque Nacional Natural Gorgona y el Santuario de Fauna y Flora Malpelo, representando una rareza en el Pacífico Sur Tropical.
Actualmente, el país reporta 34 áreas coralinas, incluyendo el emblemático arrecife de Varadero, reconocido por su resiliencia a condiciones de alta turbidez y presión antrópica debido a su cercanía a la bahía de Cartagena. Esta cifra representa un aumento significativo frente a las 22 áreas registradas en el año 2000, gracias al avance de la investigación científica y los esfuerzos de monitoreo.
El 97 % de estas áreas se encuentra bajo alguna figura de conservación, un avance importante, pero no suficiente ante las amenazas que enfrentan estos ecosistemas.
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