El conjunto estadounidense afrontará un desafío mayúsculo en el Mundial de Clubes pero se ilusiona con hacer valer la veteranía de su plantel.
Después de diez años como mediocampista de Seattle Sounders, Cristian Roldán no tiene dudas: “El partido ante Botafogo será el más importante en la historia del Sounders. Es el partido más importante, si bien todos son una final en una fase de grupos, pero sabiendo lo que vendrá después, este partido es el más importante». La ciudad, una de las más apasionadas por el fútbol en Estados Unidos, vibrará con el debut de su equipo ante el último campeón de la Copa Libertadores. En su horizonte no aparecen desafíos más sencillos: se medirá al PSG campeón de Europa y al siempre protagonista Atlético de Madrid.
Aunque el fútbol es mágico e imprevisible, Seattle comenzará su aventura en el Mundial de Clubes como la Cenicienta en uno de los grupos más complejos del certamen. Si cada elenco posee sus singularidades futbolísticas, identitarias, colectivas e individuales, el Sounders ostenta una virtud poco común en el fútbol moderno: la vigencia de un bloque de jugadores que acumulan cientos de encuentros con la camiseta del combinado estadounidense, una estructura dirigida por el mismo entrenador desde 2016 y que apenas ha sufrido retoques durante los últimos años.
Esa permanencia es aún más asombrosa en un contexto triunfal como el que acostumbra a vivir Seattle, dos veces campeón de la MLS Cup y rey continental al haber conquistado la Champions League de la CONCACAF en 2022. Fue aquella inédita consagración la que garantizó su presencia en la presente edición del Mundial de Clubes. Tres años después, ocho de los once titulares de aquel triunfo ante Pumas de la UNAM continúan en el plantel. Ganar y sobrevivir al éxito es una hazaña para pocos. Ese sentido de pertenencia y los mecanismos consolidados dentro de la cancha son los principales argumentos para soñar con la clasificación a la siguiente ronda.
El plantel de Seattle reúne diez integrantes con más de cien partidos disputados con la camiseta del Sounders y cinco de ellos superan los doscientos juegos: el arquero suizo y capitán Stefan Frei (405 duelos), los hermanos Cristian (365) y Alex Roldán (221), el defensor camerunés Nouhou Tolo (260), el extremo Jordan Morris (255), el colombiano Yeimar Gómez Andrade (191), el brasileño Joao Paulo (152), el esloveno Albert Rusnak (140), el defensor Jackson Ragen (127) y el talentoso prospecto Obed Vargas (106).
“Eso es lo más importante -explica Roldán-. Suelo hablar de la experiencia, pero la verdad es que estar juntos durante tanto tiempo nos ayuda bastante. Ya tengo muchos aquí, también Stefan (Frei), Jordan (Morris), y ahora sumamos a Obed que tiene muchos encuentros. Hay jugadores que han jugado muchos partidos juntos, especialmente en el medio, y ojalá podamos demostrar nuestra química contra Botafogo”.
Mientras Seattle construye su fortaleza alrededor de su continuismo, Botafogo apostó a tres flamantes refuerzos de renombre como Álvaro Montoro, Arthur Cabral y Joaquín Correa para aumentar sus opciones ofensivas en busca de aumentar su eficacia. «Tiene que ser una ventaja -aporta Obed Vargas, el jugador más joven en la historia del club en llegar a los 100 partidos-. Llevamos muchos años jugando juntos. Y será fundamental la disciplina defensiva, no podemos regalar nada. Es lo que hemos aprendido durante los últimos partidos, especialmente contra equipos que son tan buenos, tan clínicos, que pueden castigarte. Esto me recuerda mucho a la CONCACAF de 2022, donde defendimos muy bien, y necesitamos repetir eso este torneo».
“Es realmente determinante tener un buen entendimiento entre cada uno de nosotros -coincide Roldán-. Estás hablando de la columna vertebral del equipo. Tenemos que apoyarnos en la experiencia y en la cohesión que tiene el equipo. Somos un plantel muy orgulloso, que hace tiempo que está junto, así que ojalá podamos aprovecharlo».
Jesús Ferreira es una de las caras más nuevas del plantel: tras siete años en Dallas, en enero de 2025 firmó con Seattle un contrato por tres años. “Venir a un equipo como Seattle, que ha ganado, que son conocidos como un equipo ganador, que tienen la habilidad de ganar, que tienen los jugadores para ganar, fue un paso adelante en mi aventura. Es fantástico poder participar del primer Mundial de Clubes. Es algo único. Para los chicos que estuvieron acá para ganar la CONCACAF en 2022 significa muchísimo y obviamente significa mucho para mí estar acá y ayudar al equipo como pueda”.
Sin embargo, la adaptación a una organización tan afianzada no es una tarea sencilla: “Es un poco difícil insertarse -reconoce el goleador colombiano disputó 19 partidos y podría ocupar el lugar de centrodelantero en el debut-. Es un equipo que tiene mucha química y bastantes jugadores que llevan jugando mucho tiempo. Es difícil adaptarse porque uno tiene que aprender todos los movimientos de cada jugador, los movimientos de uno mismo. De pronto te adaptas a un estilo de juego un poco diferente al que estabas acostumbrado. Yo vengo de un equipo donde la mayoría de los pases venían y salían de mí, y acá debo tener un poco más de paciencia para esperar el balón. Tenemos jugadores con mucho talento, que pueden hacer la misma función, y estoy aprendiendo cada día”.
El entrenador Brian Schmetzer forma parte del alma de Seattle: en la ciudad atravesó toda su carrera como profesional y como entrenador, donde dirigió al Sounders entre 2002 y 2008, fue asistente entre 2009 y 2016 y regresó al mando del club en 2016. Tras sufrir dos derrotas en sus últimas presentaciones en la MLS, la acumulación de grandes desafíos le permite anclarse al pasado en busca del batacazo: «Tenemos que volver a las bases, ganar segundas pelotas, mantener la intensidad y jugar de forma más conservadora. La experiencia juega un gran factor en estos partidos y tendremos el regreso de Kim Hee Hee (75 juegos) para una última línea con mucha experiencia», advirtió Roldán.
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