Londres (EFEverde).- La petrolera Shell ha decidido suspender la exploración de crudo y gas en las costas de Alaska debido a unos resultados «decepcionantes» en un importante pozo del mar de Chukotka, según informó hoy la empresa.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Valores de Londres, Shell señala que ha decidido suspender por el momento sus trabajos en la zona pues no ha hallado suficientes reservas de petróleo y gas en el pozo Burger J como para garantizar una mayor exploración.
La empresa ha invertido unos 4,5 millones de libras (5,8 millones de euros) en las costas del Ártico.
“Shell continúa considerando el potencial de una importante exploración en la cuenca, y es posible que la zona sea finalmente de importancia estratégica para Alaska y Estados Unidos”, señaló el presidente de Shell USA, Marvin Odum.
“No obstante, esto es un resultado claramente decepcionante en esta parte de la cuenca”, agregó.
Shell resaltó que la zona en la que trabajaba era del tamaño del Golfo de México y no está lo suficientemente explorada.
El pozo será sellado y abandonado como lo establecen las regulaciones de EEUU, precisa la nota de Shell.
La decisión de suspender el trabajo “refleja el resultado del pozo, los altos costes asociados al proyecto y el medio ambiente regulador federal de desafío e impredecible en las costas de Alaska”, subraya la empresa.
Satisfacción ambientalista
Los grupos defensores del medioambiente habían expresado su preocupación y oposición a los trabajos que realizaba Shell en el Ártico y alertaron de que la actividad de la empresa podía poner en peligro a los osos polares y las focas.
En el verano, varios activistas trataron en kayaks, pero sin éxito, de bloquear las embarcaciones de Shell que se dirigían desde Seattle, en el noroeste de EEUU, al Ártico.
A pesar de la gran noticia de la retirada de Shell, no hay que olvidar que durante el proceso se han causado impactos, como haber realizado prospecciones sísmicas con las detonaciones acústicas que conllevan importantes impactos para la fauna marina, explica Greenpeace en un comunicado.
Las condiciones extremas del Ártico, que incluyen tormentas e icebergs a la deriva, hacen que la perforación en alta mar sea una actividad de alto riesgo. El propio gobierno de EEUU ha calculado en un 75% la probabilidad de vertido durante la vida útil de los pozos que Shell pudiese abrir en el Ártico. Los expertos indican que un vertido en el Ártico sería casi imposible de limpiar de forma adecuada, lo que dañaría la biodiversidad única del Ártico, agregan los ecologistas
“Hoy es un día crucial para el Ártico. Es una gran victoria para los millones de personas que han alzado su voz frente a Shell y una noticia desastrosa para otras empresas petroleras con intereses en la región. Shell se la ha jugado y perdido mucho, tanto económicamente como para su imagen pública.” ha declarado Elvira Jiménez, responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace.
EFEverde