EFEverde.- El nuevo presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el surcoreano Hoesung Lee, ha advertido de que el tiempo corre para evitar unas «consecuencias irreversibles» y pidió reducir un 3 % anual las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Sabemos con un 95 % de seguridad que las actividades humanas están causando el cambio climático. Sabemos que todos debemos actuar para evitar las consecuencias generalizadas e irreversibles que vendrán. Sabemos que el tiempo no está a nuestro favor”, ha alertado.
Este economista experto en energía y medioambiente ha asegurado que el planeta debe de unir fuerzas para enfrentar conjuntamente la difícil tarea de reducir las nocivas emisiones globales en, al menos, un 3% cada año hasta final de siglo.
Entre sus prioridades como nuevo jefe del Grupo, Hoesung ha apostado por aprovechar los conocimientos del mundo de los negocios y del sector privado.
“Es necesario involucrar al sector de los negocios y financiero. Los Gobiernos no pueden resolver solos los problemas del cambio climático. Necesitamos que el sector privado se involucre cada vez más“.
Hoesung ha destacado que el IPCC seguirá siendo en el futuro “una institución dinámica que provea a los políticos responsables, al mundo de los negocios, a la sociedad civil y a las organizaciones correspondientes, de evaluaciones científicas de máxima calidad sobre los cambios climáticos”.
Consecuencias del cambio climático
También ha anunciado que, como presidente, pondrá también mayor énfasis en aumentar el conocimiento de los impactos regionales del cambio climático, especialmente en los países en desarrollo.
Otra tarea importante será mejorar la política de comunicación de los descubrimientos e informaciones sobre la situación y sobre la forma de prevenir y adaptarse a esos cambios.
El nuevo presidente del IPCC pronunciará su primer discurso de importancia en la Cumbre del Clima de París en diciembre próximo (COP21), en la que se espera la adopción de un acuerdo global sobre el clima que sucedería el Protocolo de Kyoto. EFEverde