La basura electrónica se ha convertido en una de las mayores fuentes de residuos del mundo. China y Estados Unidos producen un tercio de todos los desechos electrónicos del planeta. Los expertos afirman que si no se reciclan adecuadamente, los seres humanos y el medio ambiente estarán expuestos a agentes cancerígenos y gases tóxicos procedentes de productos electrónicos obsoletos que se desechan en los vertederos de todo el mundo.