El Real Madrid ganó el Clásico tras una segunda parte espectacular, en la que dio la vuelta al gol de Piqué con un tanto de Benzema y otro de Cristiano Ronaldo cuando estaba con diez por la expulsión de Sergio Ramos. La primera mitad fue intensa pero terminó sin goles. El Barcelona tuvo la primera ocasión en el minuto 10 pero Luis Suárez no llegó a rematar en boca de gol un centro de Messi.

El primer gol
Igual de emocionante comenzó la segunda. La primera ocasión fue para los visitantes en un rápido contraataque que terminó en córner tras el disparo de Benzema en el 51’. Cinco minutos más tarde se adelantaron los locales. Rakitic sacó un córner y Piqué marcó de cabeza.

Tocaba remontar en el Camp Nou y la reacción fue instantánea, en un contragolpe tan rápido como efectivo. Marcelo condujo el balón hasta el área, recortó a un rival, pisó de nuevo el esférico y vio la llegada de Kroos. El centro del alemán en el 62’ golpeó en un defensa, Piqué no llegó a despejar y Benzema batió de chilena a Bravo. Todo volvía a igualarse.

Gol anulado a Bale
El gol hizo mucho daño al Barcelona y dio una enorme moral a los blancos, que pudieron adelantarse en el 68´ si Bravo no hubiese estado tan acertado a un disparo de Bale desde la frontal. El Real Madrid achicaba espacios de maravilla y creaba peligro a la contra. Así se entró en el último tramo del encuentro, en el que Real Madrid se hizo claro merecedor a la victoria. De hecho marcó en el 80’ merced a un gran gol de cabeza de Bale, pero Hernández Hernández lo anuló al señalar falta del galés sobre Alba. Un minuto más tarde, más mala suerte para los visitantes. Cristiano recibió en la frontal y se inventó un espectacular remate que golpeó en el larguero.

Decidió Cristiano Ronaldo
Eran los mejores minutos de los blancos, que en el 83’ se quedaron con diez tras la expulsión de Ramos por doble amarilla. Más difícil todavía, pero para el Real Madrid no hay imposibles y dos minutos más tarde culminó la remontada. Cabalgada de Bale, centro al segundo palo y Cristiano Ronaldo hizo el resto. Controló con el pecho, bajó el balón y sentenció el Clásico con un remate que se alojó entre las piernas de Bravo.