EFEVERDE.- Más de 150 ministros de todo el mundo reunidos en la segunda Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEA-2) pactaron 25 estrategias con las que buscan aplicar el acuerdo contra el cambio climático alcanzado en París y la sección medioambiental de la Agenda 2030.
“Con consenso global, estamos tomando medidas para lograr una transformación real de nuestros modelos de desarrollo”, destacó el director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, en un comunicado difundido esta madrugada.
Tras una semana de intensos debates en Nairobi, la UNEA-2, conocida como el “Parlamento del Medioambiente”, acordó estrategias conjuntas para hacer frente a la contaminación marina, el tráfico ilegal de la vida salvaje, la contaminación del aire o los productos y desechos químicos, entre otros.
Por ejemplo, los Gobiernos se comprometieron a adoptar nuevas medidas a nivel nacional para prevenir y combatir el tráfico ilegal de la fauna salvaje, que cada año mueve hasta 150 millones de dólares y está poniendo en peligro de extinción a muchas especies de todo el planeta.
Entre las medidas, figura el fortalecimiento de la lucha contra la corrupción y el desarrollo de medios de vida sostenibles y alternativos para las comunidades afectadas por el impacto adverso del comercio ilegal.
Ante los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apuntan a que 12,6 millones de muertes son atribuibles a factores ambientales cada año, los Estados se comprometieron a implantar medidas nacionales para mejorar el reciclaje de baterías de plomo y pidieron al sector privado una mayor implicación en la gestión de los productos y desechos químicos.
También se comprometieron a redoblar los esfuerzos y la cooperación para evitar que se pierda una tercera parte de todos los alimentos producidos anualmente, y lograr así que la producción y el consumo sea sostenible.
Durante la asamblea también se abordó cómo el cambio climático es un nuevo factor de tensión a tener en cuenta en los conflictos armados por su efecto multiplicador sobre otras causas como la desigualdad social o las disputas políticas.
Por eso, la UNEA-2 pidió a los Estados que cumplan sus obligaciones internacionales y protejan el medio ambiente durante los conflictos armados.
“La UNEA-2 ha proporcionado el liderazgo y la orientación que el mundo necesita para tomar estas medidas sin precedentes”, afirmó Steiner.
La UNEA es el órgano convocado al más alto nivel en esta materia en la historia de la ONU y aspira a convertirse en la autoridad mundial en materia medioambiental. EFEverde