Símbolo de paz y unión entre los pueblos, la llama Olímpica fue transportada el viernes, último día de relevamiento de la Antorcha antes de la Apertura de la 31ª. edición de los Juegos Olímpicos, por el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Buch, y el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB) y del Comité Rio 2016, Carlos Nuzman. El fuego sagrado culmina en Río de Janeiro sus 95 días de relevamiento, después de recorrer 26 mil kilómetros por las cinco regiones de Brasil, un recorrido que llevó el espíritu Olímpico a 325 ciudades de 26 estados brasileños, además del Distrito Federal, y que superó todas las expectativas de los organizadores.
“La Antorcha Olímpica es el mayor evento en la historia de Brasil. No se parece a nada. Es la unión del país. Nada unió tanto al país como la Antorcha Olímpica. Una entrega de amor de millones y millones de personas de todo el país, con lluvia, con sol, lugares de difícil acceso, descalzos, calzados, con camisetas y sin camisetas, pero sobre todo esto, los brasileños dieron una demostración de que están junto a los Juegos Olímpicos. Esa era la idea, nuestro deseo y se superó. Es el mejor mensaje que una Antorcha Olímpica deja para Brasil. Tienen como ejemplo la Antorcha Olímpica para ver como unir a un país”, señaló el presidente del Comité de Rio 2016.
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Por Evandreia Buosi