La atleta brasileña Rafaela Silva hizo delirar a su pueblo el lunes cuando ganó la medalla de oro en la especialidad de los 57 kilos en la final ante Sumiya Dorjsuren de Mongolia. La yudoca local ganó la primera de oro para Brasil y el premio pareció tener un sabor especial porque lo hizo frente a la actual número uno del mundo.
Silva, nacida en la «Ciudad de Dios», en Río de Janeiro, recibió todo el apoyo del público que vibró en la Arena Carioca 2, especialmente su familia. «Quiero agradecer a toda esta gente que vino a apoyarme. Las personas que viven a diario conmigo sufrían porque saben que no me gustaba entrenar pero creo que nunca entrené tanto como para estos Juegos Olímpicos», dijo la ahora campeona Olímpica a la red Globo.