Andy Murray se ha proclamado campeón del China Open, un torneo inédito en su colección, tras imponerse por 6-4 7-6(2) al búlgaro Grigor Dimitrov en una hora y 57 minutos de partido. El británico, número 2 del Emirates ATP Rankings, hizo valer su condición de primer cabeza de serie para levantar sobre la pista china su quinta copa de la temporada y extendió su palmarés en el circuito profesional hasta los 40 cetros.

El triunfo del jugador de Dunblane supuso un mérito con varios significados: ofreció una demostración de autoridad (levantando el título sin ceder un set), volvió a la senda del triunfo (apretando por primera vez la mano desde que se colgara el oro olímpico) y recortó distancias con la cima (quedando a 1.555 puntos de Novak Djokovic por el primer puesto en la Emirates ATP Race To London).

Un triunfo que permite a Murray ampliar distancias en el FedEx ATP Head2Head ante el de Haskovo, al que domina por 8-3 y al que ha derrotado en las dos finales del ATP World Tour que les han enfrentado (sumando la victoria pequinesa a la lograda durante la temporada 2013 en Brisbane).