CHICAGO – En medio de la fiesta que rodeó el Wrigley Field el viernes en ocasión del primer partido de Serie Mundial en el norte de Chicago desde 1945, muchas personas se olvidaron del hecho de que los Cachorros tenían de frente a un digno contrincante, los Indios de Cleveland.
Cuando finalizó el Juego 3 de la Serie Mundial, un triunfo por 1-0 de la Tribu, esa realidad aterrizó de manera contundente para la fanaticada del norte de Chicago.
Ahora los Indios aventajan 2-1 a los Cachorros en la serie al mejor de siete.
Por más que se quiso hablar de la romántica idea de un regreso a la Serie Mundial a este estadio luego de una espera de 71 años, los Indios lograron la victoria de manera metódica, como lo han hecho durante toda esta postemporada.
Con 4.2 excelentes innings del abridor Josh Tomlin, más la fórmula ganadora del trío de relevistas Andrew Miller, Bryan Shaw y Cody Allen, Cleveland logró su quinta blanqueada de esta postemporada, un récord de Grandes Ligas.
Con dicha actuación monticular, en el Wrigley nunca se vio la explosión de felicidad que tanto se anhelaba entre los fanáticos de los Cachorros.
De esa manera, la Tribu se ha colocado a ley de dos victorias para coronarse campeones por primera vez desde 1948-con todo y la euforia de los Cachorros y sus seguidores a esta altura del año.
El viernes, los Indios vencieron a ese mundo del norte de Chicago, aguando la fiesta al menos por un día.