Un día antes de la entrada en vigor del Acuerdo de París, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) urgió a todos los países a incrementar de manera drástica sus esfuerzos para recortar un 25% adicional sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
De lo contrario, advirtió, no podrá minimizar el cambio climático ni limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2ºC en este siglo, con todos los efectos que esto conllevaría.
Según un nuevo informe del PNUMA, las emisiones contaminantes alcanzarían en 2030 hasta 56 gigatoneladas de dióxido de carbono, un número muy por encima del nivel de 42 gigatoneladas que se calcula podría mantener el calentamiento global dentro del objetivo inferior a los 2ºC.
El estudio explicó que una gigatonelada de CO2 equivale a las emisiones generadas por todo el transporte de la Unión Europea (incluido el aéreo) durante un año.
La agencia de la ONU enfatizó que aun si se cumplen a cabalidad los compromisos del Acuerdo de París, las emisiones previstas para 2030 generarían un aumento de entre 2,9 y 3,4 grados en las temperaturas globales de este siglo.
Agregó que si se esperan años para aumentar los objetivos de disminución de emisiones se perdería la oportunidad de cumplir con la meta ya que se incrementará el dominio de la tecnología contaminante y sería mucho más cara la transición a una economía de emisiones bajas.
El director ejecutivo del PNUMA, Erik Solheim, consideró que el mundo avanza en la dirección correcta y que hay muestras de un compromiso firme, pero alertó que eso no será suficiente si se busca reducir la gravedad del cambio climático.
“El creciente número de refugiados climáticos afectados por el hambre, la pobreza, la enfermedad y el conflicto constituirá un constante recordatorio de nuestro fracaso. La ciencia nos indica que debemos avanzar mucho más rápido”, dijo.
Los científicos coinciden en que limitar el calentamiento global a menos de 2°C en este siglo (en comparación con los niveles preindustriales) reducirá la probabilidad de tormentas más intensas y sequías más prolongadas, así como el aumento del nivel del mar y otros efectos climáticos.