La carrera de los equipos sudamericanos por lograr alguna de las cuatro plazas a la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA República de Corea 2017 dará comienzo este miércoles 18 de enero con la disputa del Sudamericano Sub-20 “Juventud de América”, a jugarse en Ecuador hasta el 11 de febrero.
La particularidad del torneo será la necesidad de los equipos de adaptarse a la geografía de las cuatro sedes, ubicadas en tres ciudades enclavadas en la cordillera de los Andes y que están entre los 2.500 y los 2.750 metros de altitud.
Hasta allí llegaron la última campeona, Argentina (en Uruguay 2015), el actual subcampeón mundial Brasil (en Nueva Zelanda 2015), y otras siete selecciones para desafiar a los locales y poder llegar al Mundial de la categoría. Los equipos se separarán en dos grupos de cinco, clasificando los primeros tres de cada uno para conformar el Hexagonal por puntos que dará boleto a los cuatro mejores.
Ecuador encabeza el Grupo A, en el que quedaron agrupados también el último subcampeón sudamericano Colombia, Brasil, Paraguay y Chile. Por su parte, el B contará con Argentina, Uruguay, Perú, Venezuela y Bolivia.
Los locales, dirigidos por Javier Rodríguez, tienen una gran posibilidad de regresar a un Mundial por primera vez desde 2011, cuando lo disputó por segunda vez en su historia. El cuerpo técnico acumula mucha experiencia en el trabajo con juveniles (Rodríguez fue el seleccionador en el Mundial Sub-17 de Chile) y el plantel tiene varios futbolistas que ya militan en primera división. El caso más destacado es el de Bryan Cabezas, subcampeón de la Copa Libertadores de América 2016 con Independiente del Valle y actual jugador del Atalanta de Italia.
Rogério Micale armó un fuerte plantel para intentar que Brasil gane el certamen después de dos participaciones ‘flojas’ en 2013 (quedó fuera del Mundial) y en 2015 (fue apenas cuarto). «Pretendemos el título y queremos la clasificación para el Mundial, porque el primer paso es ése. Es un conjunto de factores importantes: formar, clasificar y ganar». Cuenta con cuatro jugadores que ya están en Europa, aunque el caso más curioso de la plantilla es el de Lyanco Vojnovic. El central jugó cuatro partidos con la Sub-19 de Serbia, pero finalmente se decidió por representar en este certamen a su país de nacimiento.
Jóvenes con mucho que decir
Carlos Piscis Restrepo volverá a estar al frente de una Colombia que quiere jugar su cuarto Mundial consecutivo. Juan Hernández, talentoso centrocampista con gol, y el delantero Damir Ceter son dos de sus jugadores a seguir.
Chile llega al torneo liderado por el atacante Jeisson Vargas, que juega en Estudiantes de La Plata, de Argentina, y que ya fue convocado a la absoluta de su país. La Rojita se quedó sin Mundial en 2015, lo mismo que Paraguay, que no podrá contar con el goleador del Real Madrid Castilla Sergio Díaz, pero sí con otros dos extranjeros: el defensa Blas Riveros y el mediocampista Cristhian Paredes.
En el Grupo B, Argentina buscará la defensa del título continental con la capitanía de una promesa como Santiago Ascacibar, titular en el equipo olímpico de Río 2016, y con el talento incipiente de Ezequiel Barco, que con 17 años ya debutó en el primer equipo de Independiente de Avellaneda. «Argentina tiene por historia la responsabilidad de tener el protagonismo y estos chicos tienen hambre de lograr cosas importantes», dijo Claudio Úbeda, seleccionador del equipo con mayor cantidad de títulos mundiales en la categoría: 6.
Uruguay basará su poderío en la calidad en la medular de Rodrigo Bentancur, habitual en el once del Boca Juniors argentino, y los goles de Nicolás Schiappacase y Rodrigo Amaral, premiado como el jugador revelación del último Sudamericano Sub-20. El seleccionador Fabián Coito fue subcampeón mundial Sub-17 en 2011 y llevó a la Celeste hasta los octavos de final del último Mundial Sub-20.
Peruanos y bolivianos buscarán lo que jamás consiguieron antes: jugar una Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. Por su parte, Venezuela se esperanza con su joya, el mediocampista Yeferson Soteldo, que ya debutó en la Vinotinto mayor. «(Clasificar) lo vemos más cerca que lejos por el trabajo que estamos haciendo, por la actitud que tenemos, por el compañerismo que tenemos todo el grupo. Eso puede ser una gran base para llegar al Mundial», dijo el guardameta Wuilker Fariñez, también convocado por la absoluta, pero sin haber debutado todavía.