Efeverde.- El jaguar (Panthera onca) se encuentra en mayor peligro de extinción del que se conocía, al quedar solo 64.000 ejemplares de este gran felino que vive en el continente americano, informó hoy la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según una investigación citada por la UNAM, de las 34 subpoblaciones de la especie que existen desde el norte de México hasta Argentina “33 están en peligro o peligro crítico de extinción”.
Ocelotl, en náhuatl; balam, en maya, el jaguar ha sido relacionado, en diversas culturas de México, con la valentía, el poder, la noche, el inframundo, la fertilidad de la tierra y la muerte. Hoy, la especie enfrenta amenazas como la pérdida y fragmentación de su hábitat, la agricultura y ganadería, la cacería, la disminución de sus presas (mamíferos, aves, reptiles y peces) y la expansión de los asentamientos humanos.
El estudio fue realizado por el Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, que calculó que del total de ejemplares el 90 % (57.000) pertenecen a una sola subpoblación: la de la Amazonía, que abarca regiones de Brasil, Perú, Ecuador y Colombia.
“Se trata de la única que, por su tamaño, no está considerada en riesgo. Las restantes subpoblaciones contienen solo un 10 % de los ejemplares, es decir alrededor de 7.000 jaguares. En México, según esta estimación, hay menos de 4.000”, alerta el informe.
En México se ha perdido el 40% de la población
En México se ha perdido más del 40 % de la distribución de la Panthera onca en el territorio nacional, limitándose a las áreas más aisladas y de difícil acceso en las costas del Pacífico y del Golfo de México, las sierras madre Occidental y Oriental, y el sur-sureste.
Las poblaciones mejor conservadas se encuentran en la península de Yucatán, Oaxaca y Chiapas, con alrededor de 1.800 ejemplares.
Los resultados del trabajo fueron publicados en el último número de la revista Oryx. The International Journal of Conservation.
“Mediante la detección de subpoblaciones pequeñas, aisladas, con protección deficiente o densidades de poblaciones humanas muy altas, y al precisar la vulnerabilidad de cada una de ellas, será posible determinar las prioridades de conservación para esta icónica especie”, señaló la UNAM.
El hombre
Los humanos “no sólo nos metemos a su casa, sino que la destruimos al talar la selva. También nos comemos su alimento, porque nos gusta consumir venado y jabalí. Así, competimos con el jaguar por el espacio y la comida, y además les ponemos enfrente ganado y le decimos ‘si lo tocas, te mueres’”, recalcó el investigador Rodrigo Medellín que firma el trabajo junto a su colega Gerardo Ceballos.
La gente también los caza porque quieren colgar su piel en una pared, o porque la hija quinceañera quiere un collar con sus dientes, para sentir la adrenalina de haber matado al felino más grande del continente, o simplemente porque se les cruzó en el camino. “Es patético”, calificó. Efeverde