Lección de fe del líder de la Liga. Cuando todo parecía perdido ante el Villarreal, el Real Madrid demostró el carácter que le ha llevado a lo más alto de la clasificación y remontó en menos de media hora el 2-0 con el que se situaron los locales en el minuto 56. No se le puede pedir más a un equipo que creyó en el triunfo hasta el final y que se mantiene de esta forma primero del campeonato.
Aunque no hubo goles, la primera mitad fue de ida y vuelta y tuvo jugadas de peligro por parte de ambos equipos. La ocasión más clara para los visitantes llegó en el 25’. Marcelo recibió en la banda izquierda y con dos bicicletas ante Mario se generó el hueco suficiente para sacar un excelente centro. El remate de cabeza de Benzema obligó a realizar una gran intervención a Asenjo, que demostró grandes reflejos cuando ya se cantaba el gol.
Peor no pudo empezar la segunda mitad. Sólo habían transcurrido cinco minutos cuando Samu Castillejo cedió atrás con la cabeza y Trigueros, de volea, adelantó a su equipo. Todo se complicó aún más seis minutos más tarde con el gol de Bakambu. Tocaba remontar en el estadio de la Cerámica y Zidane dio entrada a Isco en lugar de Casemiro. Más mordiente ofensiva para un equipo que cerca estuvo de reducir distancias en el 61’. La espectacular volea de Cristiano Ronaldo con la izquierda se estrelló en el poste.
Los goles de Bale y Cristiano Ronaldo
Mala suerte tuvieron los visitantes en esa jugada, pero tres minutos más tarde sí acertaron con la portería de Andrés Fernández. Centró Carvajal y Bale se adelantó a todos para conectar un gran testarazo. 2-1 y cerca de media hora por delante. El asedio de los blancos era evidente y su ataque sin cuartel obtuvo recompensa en el 71’. Disparó Kroos desde la frontal y el balón, tras pegar dentro del área en el pie de un defensa, golpeó en la mano de Bruno Soriano. Cristiano Ronaldo transformó el penalti y puso el 2-2.
Morata certificó la remontada
El Real Madrid ya había logrado lo más complicado y se lanzó en tromba a por el triunfo. Lo logró en el minuto 83. Centró Marcelo y Morata, que había sustituido minutos antes a Benzema, saltó más que nadie para llevar el balón a la red de cabeza. Era un gol de fe, que culminaba una remontada espectacular. El canterano, ya en el tiempo añadido, pudo incluso ampliar distancias pero remató elevado en boca de gol. Gran victoria para mantener el liderato en una semana exigente.
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