Barcelona podría enfrentarse a 797 millones de dólares (unos 755 millones de euros) en pérdidas económicas debido al cambio climático en 2100, pero no sería la ciudad europea más perjudicada por el calentamiento global, ya que le superan otras como Estambul (Turquía), Odesa (Ucrania), Izmir (Turquía) y Rotterdam (Países Bajos).
Así se desprende de un estudio realizado por tres investigadores del Centro Vasco para el Cambio Climático y que evalúa los posibles daños climáticos futuros de 19 de las principales ciudades costeras europeas en el caos de que las emisiones globales de gases de efecto invernadero sean el peor escenario previsto por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Marine Science, analiza las posibles pérdidas económicas derivadas del cambio climático en Ámsterdam y Rotterdam (Países Bajos), Atenas (Grecia), Barcelona (España), Copenhague (Dinamarca), Dublín (Irlanda), Estambul e Izmir (Turquía), Estocolmo (Suecia), Glasgow y Londres (Reino Unido), Hamburgo (Alemania), Helsinki (Finlandia), Lisboa y Oporto (Portugal), Marsella (Francia), Nápoles (Italia), Odesa (Ucrania) y San Petersburgo (Rusia).
Los investigadores adaptaron sus métodos de modelización para hacer frente a la incertidumbre bien conocida en otros campos, como la economía financiera, y señalan que deben considerarse estos efectos en el análisis de la vulnerabilidad costera de las ciudades.
En términos globales, los investigadores indican que el cambio climático causará en esas 19 localidades pérdidas económicas por valor de 1.118 millones de euros en 2030, 8.375 millones en 2050, 18.353 millones en 2070 y 40.658 millones en 2100.
En cuanto a Barcelona, las pérdidas estimadas se cifran en 17 millones de euros en 2030, 117 millones en 2050, 321 millones en 2070 y 755 millones en 2100.