Se acabó la Champions League para este Barça, que pagó el 3-0 de la ida y su falta de acierto en la vuelta para decir adiós en los cuartos de final. Su verdugo fue una Juventus que sacó a relucir su mejor versión defensiva para una vez más mantener a raya a la MSN, meterse en las semifinales y aspirar a todo.
Volvió al Barça a sus orígenes con la alineación. Tras el desastre de Turín, Luis Enrique apostó por naturalizar el equipo y volver al clásico 4-3-3, lo que al menos no le dio muchos réditos en el arranque. Y no le dio porque la Juve sacó sus galones desde el inicio y, lejos de encerrarse en el área, tiró de personalidad para adueñarse de la pelota a través de Dybala y de un pletórico Cuadrado.
Espoleado por su afición, el Barça mordió en la presión, pero tardó en adivinar cómo hacer daño a un sistema defensivo tan trabajado como el turinés. Sin huecos para lucir su fútbol, sólo la movilidad y el desmarque de Neymar sirvieron para agitar el encuentro. Con el paso de los minutos mejoraron los azulgranas, que a base de empuje fueron ganando metros en detrimento de una Juve que acabó con sus once jugadores en la frontal de su área.
Llegaron entonces los mejores momentos locales, sobre todo con dos remates de Messi, uno claro desde el corazón del área que no encontró portería y otro rechazado por Buffon. La Juve, eso sí, estuvo lejos de perder la compostura y también amenazó a la contra, hasta el punto de notarse en el ambiente una sensación de ‘todo o nada’ al primer goleador del partido.
Esta tendencia continuó en el segundo acto, cuando el Barcelona acentuó su tendencia ofensiva y dejó obligados huecos atrás en busca la machada, ya con Piqué como delantero. Entró Alcácer en una variación desesperada, pero no fue el día del Barça, que vio cómo el paso de los minutos se aceleró sin encontrar portería. Hubo disparos, pero pocos exigieron a un Buffon que sigue inmaculado ante Messi. Muy pocos pueden decirlo. Sí esta leyenda que lidera a una Juventus capaz de secar el torrente ofensivo azulgrana en los 180 minutos de la eliminatoria.
Jugador clave: Cuadrado (Juventus)
Impresionante despliegue físico del colombiano, dueño absoluto del costado derecho. La Juve volcó el juego por su banda y su presencia fue una constante, tanto en defensa como en ataque.
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