El guatemalteco Rodrigo Tot, uno de los seis galardonados con el Premio Goldman, considerado el Nobel del medioambiente, está convencido de que la batalla por la Tierra es la más importante y a ella ha dedicado toda su vida pese a ser consciente de que en algún momento le «harán desaparecer».
Su defensa de la comunidad Q’eqchi frente a la destructiva minería de níquel le ha costado muchas amenazas y la muerte de su hijo mayor, asesinado, asegura, por el apoyo que le brindó.
Lo denunció. Al igual que las llamadas amenazantes que recibe desde hace años, pero “nada”, señala este guía comunitario de 60 años en una entrevista con Efe en la que asegura que no lograrán intimidarlo.
Por esa lucha tenaz, por “guiar a su comunidad a una decisión judicial que sentó un precedente histórico” y por “evitar que la destructiva minería de níquel se expandiera” es por lo que ha conseguido el Goldman, unos reconocimientos que reconocen anualmente el trabajo de activistas medioambientales en todo el mundo, creados en 1989 y dotado con 175.000 dólares.
“Me siento contento, me siento igual, como líder de mi comunidad”, afirma Tot, que prefiere hablar de “nosotros” y no de “yo” y que cree que el Goldman en “reconocimiento” al trabajo de toda la comunidad.
efeverde.com