La salida del país podría tomar cuatro años en completarse, lo que significa que la decisión final dependerá de los votantes estadounidenses en las próximas elecciones. Estados Unidos es considerado el segundo emisor de gases de efecto invernadero en el mundo.

Por otra parte, Trump ha anunciado que abandona el Acuerdo de París pero no la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas, a la que se adhirió en 1992 con otro presidente del partido republicano, George Bush padre, y en la que se discuten todo tipo de asuntos paralelos relacionados con el cambio climático y la transición hacia un mundo bajo en carbono.

Al mismo tiempo, el presidente estadounidense ha hablado de “renegociar” el Acuerdo de París, una posibilidad que no contempla el texto legal, que solo habla de que los países deben ir revisando sus compromisos de reducción de emisiones al alza cada cinco años -no permite que sea a la baja- para evitar que la temperatura del planeta suba más allá de los peligrosos dos grados.