A pedido del gobierno de Guatemala, la UNESCO enviará una misión de expertos al país para examinar los sitios arqueológicos mayas que yacen en el fondo del lago de Atitlán. Esta misión responde a una decisión tomada en la Conferencia de Estados Partes en la Convención de la UNESCO sobre la protección del patrimonio cultural subacuático, que se reunió en París los días 30 y 31 de mayo presidida por el embajador de Francia en la UNESCO, Laurent Stefanini. La Conferencia decidió también crear un Registro de buenas prácticas en materia de protección del patrimonio cultural subacuático.
La misión técnica de la UNESCO al lago de Atitlán tendrá lugar el próximo otoño boreal y la financiará España con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Estará a cargo de expertos del Consejo consultivo científico y técnico de la Convención y la dirigirá la arqueóloga mexicana María Helena Barba Meinecke, responsable del programa de arqueología subacuática de la Península del Yucatán en el seno del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH). El objetivo de la misión es evaluar los sitios arqueológicos sumergidos en el lago y proponer un plan de gestión de este patrimonio en concertación con las comunidades locales, para quienes estos vestigios revisten gran importancia cultural.
El lago de Atitlán es el más profundo de América Central y está situado al suroeste de Guatemala. En 1996 se descubrieron varios sitios arqueológicos sumergidos en sus profundidades, en particular un pueblo maya conocido hasta ahora como Samabaj. Este pueblo, del que se han conservado restos de viviendas y monumentos religiosos, estaba al parecer en una isla que podría haber quedado sumergida tras un desastre natural que podría ser una erupción volcánica o un corrimiento de tierras.
La Conferencia de Estados Partes también designó siete ejemplos de buenas prácticas en materia de protección del patrimonio cultural subacuático, que son los siguientes:
Museo arqueológico subacuático de Playa Bonita, Campeche (México).
Participación de las comunidades locales en la protección de su patrimonio cultural en el Nevado de Toluca (México).
Programa PRCASC para la protección de 130 sitios del patrimonio subacuático del Mar de Cascaes (Portugal).
Investigación arqueológica en los pecios Cala Cativa I/Cap del Vol en Cataluña (España).
Prospección y excavación arqueológica del pecio Deltebre I en Cataluña (España).
Protección jurídica del patrimonio arqueológico subacuático de Andalucía (España).
Excavación y acceso al pecio de Bou Ferrer en Alicante (España).
La Conferencia de Estados Partes había invitado a los Estados Partes a proporcionar ejemplos de buenas prácticas de conservación del patrimonio subacuático, es decir, proyectos que aseguren una protección adaptada de los sitios arqueológicos o vestigios o una gestión sostenible de los mismos o en los que se haya hecho un esfuerzo particular para hacerlos accesibles al público con participación de las poblaciones locales.
La Convención sobre la protección del patrimonio subacuático, adoptada en 2001, tiene el objetivo de asegurar una mejor protección de los pecios antiguos, las ciudades sumergidas y otros vestigios culturales que yacen en el fondo de las aguas. Con este tratado, la comunidad internacional responde al pillaje y a la creciente destrucción del patrimonio subacuático, expuesto a las actividades ilícitas de cazadores de tesoros. La Convención, destinada a preservar el patrimonio cultural sumergido, se proponer también fomentar el acceso público al mismo y alentar la investigación arqueológica. Hasta el momento ha sido ratificada por 56 Estados.