Tres de cada diez personas en el mundo, o 2.100 millones, carecen de acceso a agua potable en el hogar, además de que seis de cada diez, o 4.500 millones, no poseen servicios de sanidad adecuados, según un nuevo informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.

La conclusión fundamental del informe es que demasiadas personas todavía no tienen acceso a estos beneficios, especialmente en las zonas rurales.

Las agencias de la ONU señalaron que el agua potable, el saneamiento y la higiene en el hogar no deben ser un privilegio sólo de los ricos o quienes viven en centros urbanos. Se trata de algunos de los requisitos más básicos para la salud humana.

Todos los países tienen la responsabilidad de garantizar que los ciudadanos puedan acceder a ellos, subrayaron.

El informe reconoce que miles de millones de personas han ganado acceso a agua potable y saneamiento desde el año 2000, pero estos no necesariamente proporcionan un servicio seguro.

Muchos hogares, centros de salud y escuelas carecen de agua y jabón para lavarse las manos.

Esto pone en riesgo la salud de las personas, pero especialmente de los niños pequeños, de contraer enfermedades como la diarrea.

El resultado es que cada año, 361.000 menores de cinco años mueren por ese padecimiento. La baja calidad de esos servicios también está vinculada a otras enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y la tifoidea.