El Pontífice aseguró que los fondos son «una contribución simbólica a un programa de la FAO que proporciona semillas a las familias rurales en las zonas afectadas por el impacto combinado de los conflictos y la sequía».
Las palabras del Pontífice figuran en una carta dirigida al Director General de la FAO, José Graziano da Silva, por Monseñor Fernando Chica Arellano, Observador Permanente de la Santa Sede ante los organismos de las Naciones Unidas en Roma.
El gesto del Santo Padre deriva de una promesa que realizó en un mensaje a la Conferencia de la FAO el 3 de julio de 2017 y está «inspirado también por el deseo de alentar a los gobiernos», según explica Monseñor Chica en la misiva.
El pasado febrero se declaró la situación de hambruna en algunas zonas de Sudán del Sur, y aunque la situación ha mejorado tras una notable ampliación de la respuesta humanitaria, unos 6 millones de personas en el país luchan todavía por conseguir a diario los alimentos que necesitan.
Mientras tanto, el número de personas necesitadas de ayuda humanitaria en otros cinco países del África oriental -Somalia, Etiopía, Kenya, Tanzania y Uganda- se estima actualmente en unos 16 millones, lo que supone un aumento de cerca del 30 por ciento desde finales de 2016.
El Papa Francisco, que ha hecho de la solidaridad una cuestión prioritaria de su pontificado, visitará la sede de la FAO el 16 de octubre para conmemorar el Día Mundial de la Alimentación. Este año el evento se celebra bajo el tema: «Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural».