(MADS). Con el objetivo de generar estrategias a nivel nacional para la conservación de las tortugas marinas, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible lideró el taller para el manejo de información estandarizada que permita contrarrestar la carencia de datos sobre la especie.
Un destacado grupo de expertos nacionales y personal técnico de instituciones del sector ambiente como las Corporaciones Autónomas Regionales, Parques Nacionales Naturales y representantes de ONG y la academia, reactivaron el trabajo articulado para la producción de información estandarizada que permita hacer seguimiento y manejar adecuadamente a las tortugas marinas en Colombia, lo que brindará el sustento técnico en la toma de decisiones, la gestión y el manejo adecuado de la especie.
En las costas del Caribe y el Pacífico colombiano se han identificado importantes sitios de alimentación y presencia de diferentes especies de tortugas marinas, teniendo reporte de la presencia de 5 de las 7 posibles especies: verde, caguama, carey, laúd o cana y la olivácea o golfina. Algunos autores debaten sobre la presencia de una sexta especie conocida como la tortuga negra del Pacífico, no obstante se discute si esta es en realidad una subespecie o incluso una sinonimia de la tortuga verde.
“Las tortugas marinas que se presentan en el territorio nacional tienen algún grado de amenaza, por ello las estrategias de conservación que se generen en el país revisten gran importancia para la conservación de la especie. El Ministerio, en conjunto con las autoridades nacionales ambientales, Parques Nacionales y diversas ONG, que intervienen en su cuidado, se reúnen para buscar mecanismos de información estandarizados y así establecer acciones efectivas para preservar este reptil”, manifestó Diana Moreno, directora encargada de la Dirección Asuntos Marinos Costeros y Recursos Acuáticos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
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En ciertas épocas del año se da la temporada de anidación, la cual varía en tiempo y estacionalidad de acuerdo a la especie. Durante este periodo, las hembras fecundadas meses atrás tienen en su interior un determinado número de huevos, y al llegar a distintas playas del territorio nacional hacen sus nidos y depositan una futura generación de galápagos.
Desafortunadamente en esta actividad de arribo a las playas, así como en la construcción de sus nidos y eclosión de neonatos, las hembras y las crías son muy vulnerables y están expuestas a una serie de amenazas no solo de origen natural, como depredadores, erosión costera, acreción e inundación por mareas, y huracanes, sino además a diferentes actividades humanas como luces nocturnas en las playas, perros domésticos, saqueo, entre otras, que han influido negativamente en sus niveles poblacionales, por lo que la necesidad de la generación de información actual y constante es fundamental para su protección.
El seguimiento y conservación de la especie contribuye con la gestión, manejo y perpetuación de estos reptiles a través de diferentes instrumentos como el Programa Nacional para la Conservación de las Tortugas Marinas y continentales en Colombia (2002), el Plan nacional de especies migratorias (2009) y el Libro Rojo de reptiles de Colombia (2015).