Medicamentos de uso doméstico como el ibuprofeno, los disruptores endocrinos y las drogas, como la cocaína y la heroína, son algunos de los «contaminantes emergentes» que en los últimos años se encuentran en los ríos españoles, según varios expertos consultados por EFE.
El consumo “cada vez más acusado” de fármacos “no sólo en España, sino en la mayoría de países occidentales”, aduce el director del instituto IMDEA-Agua, Eloy García, ha provocado una reciente contaminación de las aguas superficiales debida a estas sustancias.
Según una publicación del Colegio de Medicina de Harvard, nuestros cuerpos metabolizan sólo una parte de la mayoría de drogas que consumimos, mientras que el resto son expulsadas y, por tanto, van a parar a los desagües y a las aguas superficiales.
García explica que “las depuradoras actuales fueron diseñadas para eliminar materia orgánica y patógenos” pero sostiene que éstas no están preparadas para eliminar sustancias de tan baja concentración, “sencillamente, porque hace veinte años esta situación no sucedía”.
Presencia de contaminantes “ínfima” pero “reveladora”
La presencia de estos contaminantes en las aguas españolas es “del orden de una parte por billón o por trillón”, es decir, “sería como buscar a siete personas en el conjunto de la población mundial”, precisa García, por lo que considera que “a día de hoy, no supone un problema real”.
Sin embargo, el catedrático de Ingeniería Química, Arturo Romero, opina que es algo “revelador“, pues “nos indica la cantidad de ibuprofenos que consumimos como para que acaben en nuestros ríos”.
Además de los fármacos, burlan las depuradoras otras drogas como la cocaína y la heroína, si bien los niveles de estas sustancias son también “muy bajos”, señala Romero.
También García mantiene que, en cualquier caso, se trata de un asunto que “debemos tener controlado”, ya que, si a largo plazo se siguen acumulando estos contaminantes, “pueden acabar afectando a la salud de los ríos y a sus ecosistemas“, argumenta, y añade que este hecho preocupa “especialmente a la población de California, en EE.UU.”.
En Europa, Francia y Alemania ya han impulsado diversas investigaciones para abordar este asunto, señala el ingeniero, y aduce que, en España, el IMDEA estudió algunas de las depuradoras de diferentes regiones, tras lo que comprobó “una enorme variabilidad en los niveles de concentración de estas sustancias entre unas depuradoras y otras”.
Otras formas de contaminar
Además de la ingesta, el Colegio de Medicina de Harvard asegura que el deshecho inadecuado de pastillas caducadas, que se tiran por los retretes y lavabos en lugar de puntos de recogida de restos de medicamentos, contribuye a esta “contaminación farmacéutica“.
También, este organismo de la universidad estadounidense señala que algunos productos farmacéuticos de aplicación cutánea, como cremas y lociones, cuyos restos “no absorbidos” terminan contaminando las aguas superficiales. Efeverde