El Atlético de Madrid ha denunciado al Barcelona ante la FIFA por los “reiterados contactos” que el club azulgrana ha mantenido en plena competición de la Liga, Champions y Copa del Rey con Antoine Griezmann. A la entidad rojiblanca le consta que el Barça ha negociado con el delantero francés y su entorno para incorporarle en junio de 2018. Aunque el interés azulgrana por Griezmann es público y reconocido desde el propio Barcelona, la directiva que preside Josep Maria Bartomeu declinó manifestarse al respecto porque de momento no tiene constancia de la queja del Atlético.

Ambos clubes mantenían unas relaciones tan cordiales que en el Camp Nou no se dudaba de que la operación se cerraría de forma amistosa, mediante un acuerdo, sin necesidad de pagar la cláusula de rescisión que figura en el contrato de Griezmann desde que el pasado 13 de junio renovó hasta 2022. El precio del delantero internacional francés, de 26 años, se reducirá el próximo verano de 200 a 100 millones de euros, circunstancia clave para entender por qué el Barça ha dilatado un año su posible incorporación y, a efectos de impuestos, prefiere un traspaso por un montante similar antes que abonar la cláusula de 100 millones.

El Atlético no solo se ha desmarcado de cualquier acuerdo sino que en su denuncia advierte que respondió negativamente cuando el Barça en verano pasado le consultó para poder negociar por Griezmann. A pesar de la desautorización, los contactos no han cesado, motivo por el que el club rojiblanco recurre a la FIFA. El Atlético, en cualquier caso, no pide ninguna sanción para la entidad azulgrana sino que solicita que “cese en su acción” de intentar contratar al delantero porque es el jugador franquicia del plantel de Simeone y, además, con las negociaciones se puede “atentar contra la integridad” de la Liga.