Con el fin de mejorar la técnica de fertilización de huevos para perfeccionar los resultados de embriogénesis y cría de larvas del coral Orbicella faveolata, se recolectaron gametos de especies formadoras de arrecifes durante el ‘desove coralino’ en el Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y de San Bernardo.
El desove coralino es un suceso mágico de sincronización natural en el que además se reproducen otros animales como las esponjas, estrellas de mar y peces, entre otras. Sucede una vez al año y este tuvo lugar los días 28, 29 y 30 de septiembre y el 1 de octubre, en los cuales se realizaron buceos nocturnos para la colecta de gametos en colonias de Orbicella faveolata. A este evento natural acudieron los equipos del Parque Los Corales y del Parque Corales de Profundidad; las universidades Jorge Tadeo Lozano y la de Magdalena; Scuba Cartagena, el Centro de Investigación, Educación y Recreación (Ceiner), Ecomares, ONG e investigadores independientes. Posterior a esta recolección se desarrollarán actividades en laboratorio de fertilización, cría de embriones, larvas y asentamiento en sustratos conformados por algas coralinas costrosas. Adicionalmente se realizarán otras salidas de campo para recolectar información sobre las horas de desove de otras especies dentro del área protegida.
Los corales son animales marinos con reproducción sexual, principalmente, basada en la liberación de huevos y esperma al mar para ser fecundados. Posterior a la fertilización de los huevos, se forman embriones de coral y luego las larvas, las cuales son arrastradas por las corrientes hasta encontrar un sustrato óptimo para su asentamiento y de esta forma conformar nuevas colonias.
Los investigadores han estimado a lo largo del tiempo que de los millones de huevos que producen estos corales, menos del 2% logra el asentamiento exitoso, y una porción menor sobrevivirá para ser un adulto, alcanzar la etapa reproductiva e iniciar de nuevo el ciclo de vida. Por esto es tan especial la época de ‘desove coralino’.
Los arrecifes son ecosistemas formados predominantemente por corales escleractinios coloniales, cuyas estructuras esqueléticas de carbonato de calcio proveen la estructura tridimensional de los arrecifes. La importancia ecológica de los corales se basa en que proveen una enorme variedad y cantidad de hábitats estables para el asentamiento y proliferación de la vida marina por lo que son altamente productivos. Son excelentes barreras contra la erosión marina e incluso tienen un gran valor estético lo que les da una importancia recreacional y turística invaluable.
Los arrecifes coralinos considerados como ecosistema esencial, son muy vulnerables por tratarse de comunidades específicas que demandan aguas transparentes, luz, sustratos estables, salinidades altas y temperaturas entre los 25 y 30 grados centígrados. La luz juega un papel importante en la vida de los organismos coralinos. Al ser recibida por las algas simbióticas (zooxantelas), estas actúan como baterías solares que transfieren gran parte de la energía captada al coral. Esto le permite a la comunidad sobrevivir en aguas relativamente pobres en nutrientes. Por lo mismo los arrecifes se ven tan afectados cuando se enturbian las aguas con contaminantes provenientes de la escorrentía continental (ríos y canales).
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