El Barça ha dado color al Clásico. Sí, porque no sólo ha ganado, sino que ha goleado al Madrid en el Camp Nou. El mosaico de este año, muy adecuado, ha reflejado el resultado final, un 5-1 histórico y que ha estado liderado por un hombre: Luis Suárez. Porque el uruguayo, que con la ausencia de Leo Messi está tomando la batuta del equipo, ha ayudado a los de Valverde con un hat-trick dedicado a sus tres hijos. Tres goles que han sido secundados por el de Coutinho, el que ha abierto el marcador, y el de Arturo Vidal, que ha redondeado una tarde en donde se ha sufrido, especialmente en los primeros minutos de la segunda mitad, pero que ha acabado con un final muy feliz.
De hecho, tal y como ha comenzado el encuentro, no podía haber sido de otro modo. Porque el Barça, coral y muy bien conjuntado, solidario en todas sus facetas del juego sabedor de que jugar sin la figura de Leo Messi es un handicap, ha ahogado durante el primer tiempo la táctica del Madrid, que desde el inicio ha renunciado a la posesión para priorizar, aunque sin mucho éxito, la fortaleza defensiva y la velocidad al contragolpe.
Una primera parte de escándalo
Con un dominio claro, los de Valverde, muy superiores especialmente en medio del campo, han hecho disfrutar a la afición del Camp Nou en una primera parte para enmarcar y que se ha ido al descanso con un resultado que sonreía. El 1-0 que ha hecho Coutinho, tras una jugada brutal ADN Barça que ha ido acompañada del pase atrás de un Jordi Alba imperial (min 11), así como el penalti que ha transformado Luis Suárez (2-0, min 30) lo han hecho posible. Pena máxima que, por cierto, ha sido la primera en la historia de los Clásicos pitado por el VAR, tras una falta de Varane sobre el mismo delantero uruguayo.
Reaparece el Madrid
El 2-0 ha sido el reflejo de lo vivido hasta el momento sobre el césped, más cerca del 3-0 que del 2-1. Piqué y Rafinha la han tenido para un Barça con mejores ocasiones que un Madrid descentrado, que ha sufrido, pero que, eso sí, tras el descanso ha vuelto a aparecer.
Ha dado un paso adelante y, además, rápidamente ha podido reducir diferencias en una jugada embarullada que Marcelo ha acabado transformando (2-1, min 50). Ejerciendo más presión, los de Lopetegui también han tenido el empate, en unos minutos en los que los azulgrana han sufrido, y el remate de Modric se ha estrellado en el poste (min 60).
Suárez ejerce de líder
La misma suerte que, minutos más tarde, ha tenido Luis Suárez, en una jugada que podría haber acabado en el fondo de la portería de Courtois (min 60). Aquella no ha llegado a buen puerto, pero el pistolero, que no se cansa nunca de luchar, sabía que tendría más. Y éstas no las ha fallado. Primero, porque cuando el Barça más sufría, con un Madrid que ha continuado buscando el empate, el ‘9’ ha tranquilizado a la parroquia con un auténtico golazo de cabeza que ha iniciado Dembélé y que ha continuado Sergi Roberto (3-1, min 75).
Con ganas de más, todavía ha tenido tiempo para el tercero de su cuenta particular, que ha hecho con un remate picado por encima del portero del Madrid (4-1, min 83) y que ha acabado de enloquecer a un Camp Nou entregado. En medio de la excitación, Arturo Vidal ha cerrado la goleada mediante un cabezazo (5-1, min 87) que ya pasará a la historia de los Clásicos y que ha terminado de desatar la euforia de todos. De los jugadores, del cuerpo técnico, de la afición e incluso de un Leo Messi que lo miraba, satisfecho, desde la grada. El Barça es más líder, y lo hace con un brutal golpe de efecto.
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