Serbia's Novak Djokovic returns the ball to Bosnia-Herzegovina's Damir Dzumhur during their men's singles third round tennis match on day four of the ATP World Tour Masters 1000 - Rolex Paris Masters - indoor tennis tournament at The AccorHotels Arena in Paris, on November 1, 2018. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP) (Photo credit should read ANNE-CHRISTINE POUJOULAT/AFP/Getty Images)

Novak Djokovic llena de tranquilidad los pasillos del Rolex Paris Masters. El jugador serbio, nuevo No. 1 mundial desde el próximo lunes, mantiene una dinámica de calma interior incluso después de asegurar su regreso a la cima. Ningún comentario desvía de su rumbo al tenista de Belgrado, enfocado en relanzar su figura al máximo de sus posibilidades sin detenerse a mirar atrás siquiera un segundo.

Este jueves mantuvo un ritmo incontenible en Bercy, superando por 6-1, 2-1 y retirada al bosnio Damir Dzumhur para remarcar una realidad cada vez más evidente. A su mejor nivel, algo que ha logrado reflejar con regularidad en los últimos cuatro meses, Djokovic ha vuelto a trazar una línea ante sus más directos rivales.

Su velocidad ha marcado el ritmo en el circuito en la segunda mitad de 2018 y las cifras no engañan. El balcánico acumula una racha de 20 victorias consecutivas y ha cerrado los últimos 30 sets disputados, firmando una nueva marca personal en el ATP World Tour. Se ha vuelto a establecer como el jugador a batir, y no piensa dejar que los récords le distraigan de su objetivo.

“Estoy muy satisfecho de estos logros, pero no me detengo a pensar en ello. Apenas he prestado atención porque estoy en mitad de la semana. Todavía no soy No. 1, lo seré el lunes”, explicó Novak, viviendo día a día hasta el extremo. “Supongo que será diferente una vez cierre el torneo y, ojalá, si la temporada acaba con el ranking como está ahora mismo. Mi objetivo va a ser mantener este estado mental y compartir mis sensaciones más adelante”.

Cada práctica de Novak en Bercy está marcada de detalles. Una concentración extrema con gestos de complicidad dibujan el entorno de un deportista ordenado, dispuesto a construir un legado a su paso. En 2018 ha conseguido algo con extraño precedente: asegurar el No. 1 mundial habiendo estado fuera del Top 20 en la misma campaña. Únicamente el ruso Marat Safin fue capaz de firmar algo similar con anterioridad.

“Jugar a tenis es una experiencia completamente diferente para mí en estos últimos 3-4 meses que en los primeros 3-4 meses del año. He sentido un gran cambio en términos de confianza. Y soy consciente de que no estamos en el final de la temporada”, matizó Novak, con un camino por delante en su mente. “Rafa ha estado sufriendo con lesiones desde el US Open. Pero la Race todavía está ahí. Roger está en esa Carrera. Depende de quién vaya a jugar en Londres”.

En juego hay grandes objetivos en términos históricos. Si Djokovic lograse terminar la temporada en la primera posición del ATP Ranking lo haría por quinta ocasión, igualando el registro de Roger Federer y quedando apenas a un curso de la plusmarca establecida por Pete Sampras. Un bocado a la historia que se dirimirá en apenas un puñado de días.

“Si pienso en lo que atravesé el año pasado, el logro es extraordinario. Por supuesto, me siento muy feliz y orgulloso por ello”, reconoció Djokovic, reacio a profundizar demasiado en un éxito todavía por cimentar. “Si me lo hubieran dicho cinco meses atrás… Siempre creo en mí mismo, pero esto era altamente improbable debido a mi ranking y la manera en que me sentía en pista. Pero probablemente habla con más profundidad de ello cuando acabe la temporada si logro terminar como No. 1 mundial”.

Para Djokovic, inmerso en una burbuja de concentración mientras colecciona triunfos y títulos, el final de temporada es una oportunidad para terminar de confirmar su ascenso. Nunca un momento para celebrar lo conseguido. “Ha sido un gran viaje el que he tenido. Un ‘voyage’ como dicen en París”.

 

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