ARLINGTON — Adrián Beltré tenía una mirada imponente y muchos hábitos extravagantes. Profesó siempre un amor genuino por el béisbol y se divirtió durante una carrera digna del Salón de la Fama.
Después de 21 temporadas en las Grandes Ligas, donde Beltré bateó 477 jonrones y se convirtió en el primer jugador nacido en la República Dominicana en llegar a los 3.000 hits, el talentoso antesalista de los Rangers de Texas anunció el martes su retiro a los 39 años.
«Después de cuidadosa consideración y muchas noches sin dormir, tomé la decisión de retirarme de lo que he hecho toda mi vida, que es jugar béisbol, el juego que amo», dijo Beltré en una comunicado difundido por los Rangers, su club desde 2011. «Lo medité mucho y aunque valoro todas las oportunidades y todo lo que el béisbol me ha brindado, ha llegado el momento de poner fin a mi carrera».
Beltré, que será elegible para el Salón de la Fama dentro de cinco años, registró un promedio al bate de .286 con 1.707 carreras impulsadas en 2.933 juegos. Su cosecha final 3.166 de hits le dejó 16to en la lista histórica, mientras que su total de jonrones le ubica 30mo y el de impulsadas lo coloca 24to. Sumó 2.759 juegos en la tercera base, solo superado por Brooks Robinson.
«Más allá que la gente siempre nos vio divirtiéndonos en el estadio, nunca tuve a un colega que fuera más dedicado a la pelota que él», dijo el torpedero venezolano de los Rangers Elvis Andrus. «Fue lo que más me llamó la atención, algo que aprendí viéndole y jugando a su lado en los últimos ochos años. Se le va a extrañar, sin duda. Será algo diferente».
El cuatro veces seleccionado al Juego de Estrellas y ganador de cinco Guantes de Oro debutó en las mayores cuando tenía 19 años con los Dodgers en 1998.
Beltré jugó con Los Ángeles hasta 2004, militó en los Marineros de Seattle entre 2005 y 2009, y tuvo un fugaz paso con los Medias Rojas de Boston en 2010. Firmó con los Rangers como agente libre en 2011, con un contrato de 96 millones de dólares y seis años, y participó en su única Serie Mundial en su primera campaña con Texas.
«Para mí, algo que se destaca y de lo que no estaba al tanto… era cuánto se divertía él», dijo el gerente general de los Rangers, Jon Daniels. «Evidentemente tenía un carácter intenso, y probablemente todos tardaban un tiempo en sentirse cómodos con él, porque es un tipo que puede intimidarte, tan sólo porque es muy rígido y serio».
Beltré a menudo consultaba su propio swing con los umpires y odiaba que alguien más lo tocara en la cabeza, una debilidad que los compañeros explotaban a menudo. Arrastraba los pies y giraba las piernas en la caja de bateo cuando le lanzaban adentro y abajo.
Había veces en las que Beltré y Andrus estaban apenas a unos metros de distancia al lado izquierdo del cuadro, ambos con sus guantes al aire, uno imitando al otro a la hora de atrapar un elevado.
Y en 2013, durante un cambio de pitcher en un juego ante Seattle, Andrus se atrevió a tocar a Beltré en la cabeza. El campocorto venezolano emprendió la huida, y Beltré le arrojó su guante.
En su comunicado, Beltré expresó su agradecimiento al exmanager de los Dodgers, Tommy Lasorda, por «creer en este muchachito de la República Dominicana cuando otros creían que era demasiado joven para subir» a las mayores.
Beltré bateó para .273 con 15 jonrones y 65 impulsadas en 119 juegos esta campaña, en la que estuvo dos veces en la lista de lesionados por dolencias musculares en la piernas que también le afectaron al final de la temporada de 2017.
Llegó a los 3.000 hits el 30 de julio de 2017, convirtiéndose en el 31er pelotero en alcanzar el hito.
«A todos mis fanáticos en la República Dominicana, Estados Unidos y Latinoamérica, mis más sinceras GRACIAS por su respaldo continuo durante mi carrera», escribió Beltré. «Aunque siempre atesoraré los recuerdos de mi carrera jugando el mejor deporte del planeta, estoy entusiasmado por pasar a ser un esposo a tiempo completo y padre, y estoy listo para el próximo capítulo de mi carrera».
Michael Young, ahora un asistente especial del gerente general, era el tercera base de los Rangers antes que Beltré se uniera al equipo. Young se convirtió entonces en un utility y bateador designado, aunque sigue siendo el líder de partidos jugados e imparables de los Rangers.
«Sabía que era bueno defensivamente, mas no sabía que era así de bueno. Sabía que podía batear, pero no sabía que podía batear así. Sabía que era duro, aunque no sabía que era así de duro», comentó Young. «Podría seguir con todas las cosas que sabía acerca de él, en las que simplemente era mucho mejor en todas las formas posibles que había imaginado».
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