Después de la jornada histórica del 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu, este 23 de diciembre también quedará marcado para siempre. Los tres goles a Boca Juniors, en el partido más importante de la historia que le dio la Copa Libertadores a River, se seguirán gritando toda la vida. Y los hinchas pudieron, al fin, estar junto con los jugadores y celebrar este logro eterno.
No bien pisaron suelo argentino, los jugadores y cuerpo técnico se subieron al micro ploteado especialmente para la ocasión en Ezeiza para emprender el camino al Monumental. Allí lo esperaba un Estadio repleto, desbordado de ganas de festejar y agradecerles la hazaña del 9 de diciembre.
La jornada en Núñez, a la espera de los jugadores, comenzó con la murga del Club en la pista de atletismo, música en vivo, sorteos e imágenes alusivas a la consagración en la pantalla del Monumental. Luego, un grupo de niños recibió a los campeones en su ingreso al campo de juego, quienes fueron ingresando de a uno y recibieron su correspondiente ovación.
Marcelo Gallardo, emocionado, dijo: «Gracias por estar acá. Gracias por sostenernos, por aguantarnos, por alentarnos, por todo el amor recibido en todos estos años. Es una gran emoción sentir lo que siento en este momento y compartir con todo este grupo de jugadores, que valoro de corazón. Agradecer a todo el cuerpo técnico, auxiliares, a todos los que trabajan todo el tiempo para que podamos ser mejores. Agradecerle a la Comisión Directiva y al Presidente, Rodolfo D´Onofrio y a Enzo Francescoli”.
Y agregó: “Hace tres años, cuando ganamos la Copa de 2015, parecía mentira, pero fue un sueño hecho realidad. Me acuerdo de las últimas palabras en este mismo estadio y les dije, de corazón, a todos los hinchas que íbamos por más. No solamente fuimos por más, sino que ganamos la final más soñada del mundo y no la vamos a olvidar jamás, va a quedar eterna, para siempre en nuestros corazones”.
Rodolfo D’Onofrio dijo: “Gracias a todos, gracias a esta hinchada maravillosa que tenemos, que está en todas las calles de la ciudad, de todas las ciudades del país. Están todos festejando, es un amor inmenso que tenemos. Quiero agradecerles a los dirigentes y a los empleados, a los hinchas. Sigamos así, vamos a seguir trabajando porque esto recién empieza”.
Por su parte, Enzo Francescoli añadió: “Es una felicidad única, vivir esto con nuestra gente. Se lo merecían desde aquel sábado que lamentablemente se suspendió. Uno de los momentos más felices que tuve en este club y como dijeron el presidente y Marcelo, vamos a seguir luchando para que River siga siendo el mejor, siempre”.
La vuelta olímpica más grande de la historia fue a bordo de un micro descapotable, con el himno oficial de River de fondo. El broche de oro de la noche fue cuando Gonzalo Martínez recreó su gol a Boca, el tercero, el que definió el partido, el que va a quedar en la historia, el que nadie va a poder olvidar nunca más.