Al menos 29 viviendas han quedado arrasadas en la céntrica región chilena de Valparaíso, mientras decenas de damnificados buscan rescatar algunas pertenencias que resistieron al fuego surgido por un sofocante verano agravado por el calor de las llamas de los incendios declarados en la zona, que busca salvaguardar los bosques de sus cerros y devolver la vida a una tierra cubierta de cenizas.
Con palas y la ayuda que ha ido llegando a la localidad de Limache donde los vecinos afectados intentan volver a la normalidad y apagan los últimos rescoldos que todavía humean entre los escombros.
Decenas de damnificados y viviendas arrasadas
Un helicóptero trabaja en la extinción de un incendio en Santo Domingo (Chile). EFE/Alberto Valdés
Limache ha vivido en los dos últimos días el azote de las llamas, que arrasaron el pasado jueves 29 viviendas y dejaron decenas de damnificados, quienes tratan de rescatar de entre la ceniza las escasas pertenencias que resistieron el fuego.
El incendio próximo a la localidad, ubicada a escasos kilómetros al noreste de la veraniega costa de Viña del Mar, descendió los cerros circundantes y consumió las viviendas cercanas a la carretera sin dar posibilidad de reacción.
La situación ya no es la lucha contra el fuego en ese sector, que se encuentra sofocado, sino la asistencia a los damnificados, que momentáneamente se encuentra alojados en albergues a la espera de que la próxima semana lleguen las viviendas de emergencia.
Mónica Rojas es una de esas personas que todavía busca entre la ceniza algo que salvar y aún dos días después recuerda con angustia el momento en que llegaron las llamas.
“Fue así en minutos, en segundos, no hubo tiempo. Gracias a dios la gente se dio cuenta de lo que estaba pasando y se gritaban entre ellos mismo que salieran. No había nada que hacer. No alcanzaron a llegar ni los bomberos por muy rápido que hubieran venido”, explicó a Efe Rojas.
En ese sentido, recalcó que ya se “resignó” y asumió que tanto la casa en la que se encontraba su hija, como la de su madre, donde estaba ella durante el incendio, ya son cosa del pasado producto de la devastación del incendio.
“Están sacando todos los escombros para dejar limpio. En eso estamos, todo ya pasó y hay que salir adelante y no pensar en lo que pasó”, afirmó.
Una sensación de resignación y de mirar al futuro que compartía con su vecino Bruno Otone, quien salió corriendo del trabajo cuando le avisaron del incendió pero que nada pudo hacer cuando llegó al lugar.
Zona arrasada por un incendio en la comuna de Limache (Chile). EFE/Alberto Valdés
“Son cuatro días para sacar todo lo que es escombros, lo que está quemado. Y de ahí viene ya la reconstrucción. Yo creo que será algo de material ligero hasta que vean la situación de todos los vecinos”, explicó a Efe.
Con el ruido de las palas de fondo mientras continúan los trabajos de desescombro entre la ceniza, Otone recordó los “lindos” atardeceres que se apreciaban desde su casa en la colina de Limache, ahora teñidos de un triste color anaranjado que se mezcla con el polvo y el humo que no abandona el lugar, así como el olor a quemado.
Pero las cenizas de Limache no son más que un muestra de lo que puede llegar a pasar en Valparaíso con los incendios que todavía siguen activos, como el que ya ha consumido en el sur de la región, cerca de la urbe de Santo Domingo, más de 1.500 hectáreas de vegetación en general ubicada en el interior de los cerros de las proximidades.
Aunque las llamas no son apreciables desde la ciudad, sí lo son las inmensas columnas de humo, después de tres días de un incendio descontrolado, que esta mañana han conseguido contener pero que aún sigue activo.
Por ese motivo la presencia en el lugar, situado 120 kilómetros al suroeste de Santiago, de numerosas brigadas de bomberos, técnicos y 2 helicópteros de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) que sobrevolaban constantemente las llamas arrojando agua sobre el incendio.
La situación ha obligado a las autoridades a movilizar al Ejército y a la Armada de Chile en apoyo a las brigadas, que incluso llegaron procedentes desde la lejana ciudad de Puerto Montt (sur).
Incendios activos
En Santo Domingo se mantiene la alerta roja, al igual que en las localidades de Puchuncaví y Nogales, más al norte de Limache, donde otro incendio se mantiene activo, misma situación que registran en la vecina región de O’Higgins.
Esto ya ha recordado a algunas personas la tragedia de 2014 en Valparaíso cuando un incendio de gran magnitud se registró en la parte alta de la ciudad y asoló varios barrios, considerado el mayor siniestro urbano en la historia de Chile.
El siniestro dejó más de 2.900 viviendas destruidas, 12.500 personas damnificadas, 15 víctimas fatales y más de 500 heridos.
Aunque la situación actual todavía no puede compararse con lo ocurrido cinco años atrás, muchos ya recuerdan aquello con el miedo de que vuelva a suceder otro acontecimiento falta de esa magnitud. EFEverde