En un frío y nublado día de enero decenas de miles de hombres y mujeres participaron en el primer maratón internacional que se unió a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente: el Maratón de Xiamen, el más largo de China.
Los organizadores de esta competencia de carretera -que tiene el sello Gold Label de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF)- se comprometieron a reducir los desechos de plástico en 60% a través de una serie de medidas que incluyeron reemplazar casi un millón de vasos de plástico de un solo uso por otros hechos de paja de maíz, y prohibir las botellas de plástico desechables para evitar el desperdicio de unas 200.000 botellas que generalmente se descartan a lo largo de la ruta.
Cerca de 37.000 atletas de 38 países participaron en la carrera, que fue conquistada por Dejene Debela de Etiopía, en la categoría masculina, y por su compatriota Medina Deme Armino, en la carrera femenina. Pero el mayor ganador del día posiblemente fue el océano.
Doscientos corredores llevaron el logo de Mares Limpios en sus camisetas para pedir acciones más contundentes en contra de la contaminación por plásticos en los océanos.
A medida que los atletas de élite aceleraban el paso, grupos familiares se incorporaban a la ruta. Muchos lo hicieron al ritmo del “plogging”, una nueva tendencia de trote en la que los atletas recogen basura a lo largo de su recorrido.
Es posible que estos voluntarios no hayan registrado los tiempos más rápidos, pero ciertamente establecieron una nueva marca a favor de la sostenibilidad.
El actor y productor chino Li Chen, Embajador de Buena Voluntad de ONU Medio Ambiente, se unió a las familias y dijo que la campaña Mares Limpios está transmitiendo un mensaje claro y relevante.
«Todos pueden hacer algo para ayudar, por ejemplo, reducir su huella plástica personal, educar a sus amigos y rechazar los plásticos de un solo uso, así como escoger un estilo de vida más sostenible», dijo.
La maratón también fue libre de papel. Todos los anuncios se difundieron en formato digital y así se ahorraron aproximadamente 10.000 kg de papel. En lugar de pedir a los corredores que imprimieran sus cartas de participación, los organizadores utilizaron nueva tecnología para registrarlos. También se reciclaron los letreros utilizados para medir los tiempos de los atletas y se produjeron materiales promocionales a partir de productos biodegradables.
Desde su lanzamiento en 2017, Mares Limpios ha movilizado a gobiernos, empresas e individuos a tomar medidas para frenar la contaminación por plásticos que está envenenando nuestros océanos y poniendo en peligro la biodiversidad marina. 56 países ya se han unido a la campaña.
Australia es la nación que más recientemente se ha adherido a Mares Limpios. En octubre pasado, el país se comprometió a reciclar o compostar 70% de sus empaques de plástico para 2025, y a eliminar los envases de un solo uso problemáticos e innecesarios, mediante el diseño, la innovación o la introducción de alternativas.
Hasta la fecha, la humanidad ha producido alrededor de 8.300 millones de toneladas de plástico. Unas 13 millones de toneladas se descargan en nuestros mares cada año.
Si queremos cambiar la cultura de consumo y desecho que nos ha llevado a esta situación crítica, los eventos deportivos tienen un rol crucial que jugar. Las grandes celebraciones deportivas pueden generar hasta 750.000 botellas de plástico cada una.
Y el público es cada vez más consciente de los terribles efectos del consumo masivo de plástico. Los organizadores de eventos en todo el mundo lo están reconociendo y muchos están dispuestos a enfrentar las dificultades que vienen con el cambio. Por ejemplo, en el Maratón de Xiamen una compañía de agua retiró parte de su financiamiento debido a que su producto no tendría visibilidad en la competencia.
Aunque la tarea que enfrenta el mundo del deporte es desafiante, las victorias se van acumulando. En septiembre tuvo lugar en Londres el primer evento de carreras sin plástico: el Medio Maratón de Harrow, en el que se prohibieron botellas y vasos de plástico desechables. A los corredores se les ofreció Ooho, agua en sobres biodegradables hechos con algas marinas.
Alrededor de 90.000 vasos compostables se usaron en el Maratón de Londres del año pasado en un ensayo destinado a reducir la cantidad de botellas de plástico tiradas a lo largo de la ruta.
El año pasado, la Volvo Ocean Race estableció un nuevo estándar al llevar a cabo su regata más sostenible hasta la fecha. En alianza con ONU Medio Ambiente, los organizadores redujeron el uso de plástico en los 12 puertos en los que pararon sus competidores, ubicados en los seis continentes del mundo. También contribuyeron con investigaciones innovadoras en algunas de las aguas más remotas del mundo.
La Volvo Ocean Race también pubicó una guía completa para organizar un evento deportivo sostenible, que abarca todo, desde botellas de plástico de un solo uso hasta garantizar que los patrocinadores corporativos no usen plástico.
Qi Bing, del Comité del Maratón de Xiamen, dijo que la colaboración de la carrera con la campaña Clean Seas fue de gran importancia.
“Nos sentimos honrados de que nuestro trabajo en la dimensión ambiental haya sido alineado y reconocido por una organización internacional. Esto también es una muestra de que los maratones chinos se están convirtiendo en actividades deportivas sostenibles y ecológicas», añadió.