Latinoamérica es una región con grandes deficiencias en la gestión del agua que se reflejan en que 34 millones de personas no tienen acceso al recurso potable y la cobertura de saneamiento está por debajo del 15 %, a pesar de poseer un tercio del agua dulce del planeta.

El experto ejemplificó la importancia del agua para la economía de Latinoamérica con el hecho de que la mayoría de las exportaciones son de sectores que dependen del líquido para su funcionamiento.

Mejorar la gestión del agua

“La economía de la región fluye en agua. Latinoamérica es una región privilegiada con un tercio del recurso de agua dulce del mundo, pero si algo está dejando de lección aprendida el cambio climático, es la importancia de gestionar mejor”, dijo en entrevista con Efe el jefe de la División de Aguas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Sergio Campos. 

Además, el 70 % de la electricidad se genera con el recurso hídrico, a lo que se unen los beneficios que el agua brinda para la salud, la calidad de vida y el desarrollo social.

“El agua es un tema crítico para la economía y el bienestar de la población latinoamericana”, expresó Campos en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo.

– Las cinco áreas críticas para la gestión del agua en Latinoamérica

El experto estableció cinco áreas críticas para la región en cuanto al agua: el acceso, la financiación de proyectos, la gobernanza, la seguridad hídrica para proteger las fuentes, y la operación, mantenimiento, innovación y modernización de las empresas prestatarias del servicio.

Los datos citados por Campos indican que en Latinoamérica 34 millones de personas no tienen accesoal agua potable, cifra que se eleva a 200 millones si se contabiliza la gente que no disfruta de acceso continuo al líquido.

Además, en la región hay al menos 106 millones de personas sin acceso a saneamiento de aguas residuales y 13 millones defecan al aire libre.

– Las necesarias inversiones en materia de agua no son baratas

El experto del BID advirtió que si Latinoamérica quiere cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible en materia de agua debe realizar inversiones “que no son baratas” y que suponen un “costo inicial muy alto”, pero afirmó que hay recursos disponibles en diversas carteras, como los fondos verdes. 

Campos considera que los países deben hacer conciencia de que las inversiones en este campo producen grandes beneficios en áreas como la salud, educación, combate a la pobreza y reducción de las desigualdades.

Las inversiones también deben ir enfocadas hacia tecnologías de punta e innovadoras que permitan modernizar los sistemas de gestión del recurso hídrico, tarea en la que las empresas privadas deben jugar un papel primario, explicó Campos.

– La gobernanza y la seguridad hídrica

Otra área que la región debe reforzar es la gobernanza, pues muchas empresas estatales prestatarias de servicios de agua son “muy volátiles y susceptibles a los cambios de gobiernos locales y nacionales”, y además hay deficiencias en la formación de capital humano, dijo Campos.

Sin embargo, el experto del BID aclaró que hay numerosos ejemplos de empresas estatales exitosas en la región que brindan servicios eficientes y de calidad para los usuarios.

En cuanto a la seguridad hídrica, Campos señaló que se trata de uno de los grandes retos de Latinoamérica, pues abarca desde proteger las fuentes de agua hasta la reutilización del recurso para fomentar una economía “circular”.“Esa riqueza hídrica que tiene la región se ve afectada porque muchos de los ríos y lagos tienen importantes capacidades de recepción de aguas no tratadas. El nivel de tratamiento de aguas residuales es inferior al 15 por ciento, eso quiere decir que estamos descargando en los ríos y eso compromete la seguridad hídrica”, aseguró el experto del BID. 

– El cambio climático y su impacto

El cambio climático es otro gran factor que la región debe tomar en cuenta con seriedad para la gestión del agua, pues está provocando sequías o escasez en regiones de Centroamérica, México, Perú, Brasil, Bolivia y el Caribe, así como inundaciones severas.

“Tenemos el privilegio de contar con bastante agua, pero los recursos hay que protegerlos. Tendremos sequías e inundaciones más frecuentes e intensas y eso afecta la calidad de los acuíferos. En este contexto la administración de agua va a ser fundamental”, concluyó. EFEverde