Un total de 17 especies de tiburones están en «peligro de extinción», según la evaluación de la Lista Roja con 58 especies de tiburones y rayas de la organización Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La cifra forma parte de proyecto mundial de evaluación de las tendencias de las poblaciones realizada por el Grupo de Especialistas en Tiburones (SSG, por sus siglas en inglés) integrado por 174 expertos de 55 países, han informado la UICN y el Fondo para la Conservación de los Tiburones (SCF, por sus siglas en inglés).
Especialmente los marrajos
Foto de Jeremy Stafford-Deitsch cedida de uso editorial. EFE
“Suscita especial preocupación el veloz y emblemático marrajo (Isurus oxyrinchus)” que ha sido clasificado “en peligro de extinción” debido al “grave agotamiento” de sus poblaciones en todo el mundo, “incluyendo un declive del 60 % en el Atlántico en el plazo de unos 75 años”, señaló el copresidente del SSG, establecido en la Simon Fraser University de Canadá, el profesor Nicholas Dulvy.
Otro marrajo pariente cercano del anterior, el carite (Isurus paucus), también se encuentra en “peligro de extinción”, según las fuentes.
Los marrajos se reproducen solo a finales de su adolescencia, realizan largas migraciones y son apreciados en “muchos países por sus aletas y carne”, sin embargo, no están sujetos a ningún contingente o limitación internacional de pesca.
La importancia de la ordenación pesquera ha quedado clara en las “41 evaluaciones actualizadas de la Lista Roja para las especies de Australia, un país líder mundial en la conservación de los tiburones”, según las fuentes.
“Mas de la mitad de las especies australianas evaluadas se han clasificado como preocupación menor, en gran medida gracias a la introducción de la limitación de pesca”, explicó el coordinador del SSG como autoridad de la Lista Roja de la UICN, doctor Peter Kyne, de la Universidad Charles Darwin.
Tiburones en peligro de extinción en Australia
Las nueve especies de tiburones australianos que “siguen estando en grave peligro de extinción”, son en su mayoría ejemplares que viven en aguas profundas, son de crecimiento excepcionalmente lento y, por consiguiente, “difícilmente pueden resistir incluso una presión pesquera moderada”.
Especialmente, el galludo espinilla (Squalus chloroculus) -cuyos periodos de gestación de casi tres años son los más prolongados del reino animal-, ha sido clasificado “en peligro de extinción” en la Lista Roja.
Las poblaciones de especies que no son consideradas apreciables como alimento, como la raya pelágica (Pteroplatytrygon violacea), y/o que se encuentran en profundidades extremas, fuera del alcance de los artes de pesca, como el tiburón bocudo o boquiancho (Megachasma pelagios), se encuentran en un estado relativamente saludable, por lo que se las ha clasificado como “preocupación menor”.
Sin embargo, las amenazas para los tiburones y las rayas “van en aumento”, y a pesar de ello, muchos países no cumplen con los compromisos de conservación, especialmente en lo referente al establecimiento de “límites básicos de capturas”, aseguró Sonja Fordham, vicepresidenta del SSG y presidenta de Shark Advocates International, un proyecto de The Ocean Foundation.
Para cambiar el rumbo, el SSG exige la introducción inmediata de límites de pesca nacionales e internacionales, así como prohibiciones totales de desembarque de las especies clasificadas “en peligro” o “en peligro crítico”, porque la necesidad de acción es acuciante”, aseveró Fordham.
Reunión de mayo
Se prevé que en una reunión el próximo mayo, los marrajos sean incluidos en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) como especies de tiburones y rayas en peligro de extinción.
Por su parte, la Unión Europea se enfrenta a una presión cada vez mayor para que anuncie lo antes posible las cuotas de captura para esta especie.
La evaluación se ha hecho a través de una serie de seminarios de expertos, el primero de los cuales se basó en especies de Australia y en las oceánicas presentes en todo el mundo. EFEverde