De acuerdo con el informe Bajemos la temperatura: Cómo hacer frente a la nueva realidad climática, los cambios climáticos drásticos y los fenómenos extremos ya afectan a personas de todo el mundo, dañan los cultivos y las zonas costeras, y ponen en riesgo la seguridad hídrica. Asimismo, muchos de los peores impactos climáticos previstos todavía podrían evitarse si el calentamiento se mantiene por debajo de los 2 °C.
“La buena noticia es que podemos tomar medidas para reducir el ritmo del cambio climático y promover el crecimiento económico, desacelerando y, en última instancia, deteniendo la marcha por este camino peligroso”, declaró Kim. “Los líderes y las autoridades normativas del mundo deberían respaldar soluciones accesibles como la fijación de un precio para el carbono y decisiones de políticas que reorienten las inversiones hacia el transporte público ecológico, la energía menos contaminante, y la eficiencia energética en fábricas, edificios y equipos”.
Bajemos la temperatura: Cómo hacer frente a una nueva realidad climática es un análisis de los posibles impactos del calentamiento actual (0,8 °C) y las proyecciones de 2 °C y 4 °C por encima de los niveles preindustriales en la producción agrícola, los recursos hídricos, los servicios de los ecosistemas y la vulnerabilidad de las zonas costeras en América Latina y el Caribe, Oriente Medio y el Norte de África, y partes de Europa y Asia central. Se basa en un informe realizado por el Banco en 2012, en el que se concluyó que el mundo experimentará un calentamiento de 4 grados Celsius[1] para fines de este siglo, a menos que se adopten medidas concertadas inmediatamente.