There was probably no better ending to the celebrations of the 100 years of the yellow jersey than the youngest ever to wear it in Paris and start a new era in the chronicle of the Tour de France. Egan Bernal, 22, also made history for becoming the first Colombian to win the overall classification and please a cycling mad country.
“This is not only my triumph, it’s the triumph of a whole country”, Bernal claimed on the Champs-Élysées after sharing his happiness with his girlfriend Xiomara, his mother Flor, his father German and his younger brother Ronald in a touching moment live on TV worldwide. Known for being very polite and grateful, the winner of the 106th Tour de France didn’t forget to thank the two other countries that made him a champion: France for organizing such a wonderful event and Italy for having welcomed and nurtured him right after he got the bronze medal at the world championship for mountain biking in the junior ranks in Andorra – where he’s now based during his European campaigns.
Bernal’s cycling career is absolutely extraordinary. Riders don’t normally turn pro at the age of 18. Belgian prodigy Remco Evenepoel did it with Deceuninck-Quick Step this year but he was a double world champion for road racing and time trialing. Bernal almost hadn’t raced on the road at all but started the 2016 season with the top professionals, finished in the top 20 overall of every stage race he did: La Méditerranéenne in February (18th), the Coppi & Bartali week (17th) in March, the Giro del Trentino (16th) in April. At the second one, he heard his sport director instructing via radio: “Whoever has good legs attacks now”. He did and dropped Mikel Landa off his wheel. He couldn’t believe what he was doing. “Landa? Landa from Team Sky? Landa who is going to race the Giro?”, he said to himself, incredulous.
A champion was born and he’d only confirm what kind of rider he was, fourth of the Tour de l’Avenir that year before winning it twelve months later. By then, he had already been acquired by Team Sky who bought out his 4-year contract from Androni Giocattoli in the middle of his term [which is pretty unusual in cycling]. Before him, no one had won Paris-Nice, Tour de Suisse and Tour de France the same year but he wasn’t meant to. Up to col de Turini in “The Race to The Sun”, it became clear that Nairo Quintana’s famous #sueñoamarillo (yellow dream) would vanish and Bernal would eventually become the first Colombian Tour de France winner, but the Bogotá native was set to lead Team Ineos at the Giro d’Italia. A crash at training in Andorra one week before the Corsa Rosa put him on another direction to ride the Tour de Suisse prior to the Tour de France. Chris Froome’s accident during the Dauphiné made him a co-captain of Team Ineos for the Tour along with Geraint Thomas who went down three times during the Grande Boucle after abandoning the Tour de Suisse in another fall.
Bernal had no problem this time around. Only the time trial in Pau (22nd and 1’36’’ down on Julian Alaphilippe) didn’t turn to his advantage. He crested alone in the lead the highest summit of the Tour – the col d’Iseran at 2770 metres of altitude, approximately the same as Zipaquirá, the city he hails from in Colombia, made famous by a salt cathedral and novelist Gabriel García Márquez, the 1982 Nobel Prize in Literature and author of One Hundred Years of Solitude [interestingly, Bernal soloed in the mountains to close the chapter of one hundred years of the yellow jersey].
Stage 19 in which he seized the reins of the overall classification, taking over from Alaphilippe, was shortened due to a storm, the road to Tignes being impassable because of huge amounts of hail and mass of rubble, but his reign might be a long one. In an interview with French monthly Vélo Magazine during the 2017 Le Tour de Langkawi in Malaysia, he declared: “I don’t know if I’ll have the level to a win a Tour, a Giro or a Vuelta. If my destiny as a cyclist is to carry the caramañolas (bottles) for my team-mates, I want to become the best caramañolas-carrier in the world. I simply want to be the best version of myself.”
He’s the best version the 100-year old yellow jersey.
letour.fr
Probablemente no hubo mejor final para las celebraciones de los 100 años del maillot amarillo que el más joven en usarlo en París y comenzar una nueva era en la crónica del Tour de Francia. Egan Bernal, de 22 años, también hizo historia por convertirse en el primer colombiano en ganar la clasificación general y complacer a un país loco por el ciclismo.
«Este no es solo mi triunfo, es el triunfo de todo un país», afirmó Bernal en los Campos Elíseos después de compartir su felicidad con su novia Xiomara, su madre Flor, su padre German y su hermano menor Ronald en un emotivo momento en vivo. en la televisión de todo el mundo. Conocido por ser muy educado y agradecido, el ganador del 106º Tour de Francia no se olvidó de agradecer a los otros dos países que lo convirtieron en campeón: Francia por organizar un evento tan maravilloso e Italia por haberlo acogido y nutrido justo después de él. obtuvo la medalla de bronce en el campeonato mundial de ciclismo de montaña en las categorías junior en Andorra, donde ahora se encuentra durante sus campañas europeas.
La carrera ciclista de Bernal es absolutamente extraordinaria. Los pedalistas no suelen convertirse en profesionales a la edad de 18 años. El prodigio belga Remco Evenepoel lo hizo con Deceuninck-Quick Step este año, pero fue un doble campeón mundial de carreras de carretera y contrarreloj. Bernal casi no había corrido en la carretera, pero comenzó la temporada 2016 con los mejores profesionales, terminó en el top 20 general de cada carrera que hizo: La Méditerranéenne en febrero (18), la semana Coppi y Bartali (17) en marzo, el Giro del Trentino (16) en abril. En la segunda, escuchó a su director deportivo diciéndole por radio: «Quien tiene buenos ataques de piernas ahora». Lo hizo y dejó caer a Mikel Landa del volante. No podía creer lo que estaba haciendo. “¿Landa? ¿Landa del equipo Sky? Landa, ¿quién va a competir con el Giro? ”, Se dijo, incrédulo.
Nació un campeón y solo confirmó qué tipo de piloto era, cuarto del Tour de l’Avenir ese año antes de ganarlo doce meses después. Para entonces, ya había sido adquirido por Team Sky, quien compró su contrato de 4 años a Androni Giocattoli en la mitad de su mandato [lo cual es bastante inusual en el ciclismo]. Antes que él, nadie había ganado París-Niza, Tour de Suiza y Tour de Francia el mismo año, pero no estaba destinado a hacerlo. Hasta el coronel de Turini en «La carrera hacia el sol», quedó claro que el famoso # sueñoamarillo de Nairo Quintana se desvanecería y Bernal se convertiría en el primer ganador colombiano del Tour de Francia, pero el nativo de Bogotá estaba listo para liderar Equipo Ineos en el Giro de Italia. Un accidente en el entrenamiento en Andorra una semana antes de que el Corsa Rosa lo pusiera en otra dirección para montar el Tour de Suiza antes del Tour de Francia. El accidente de Chris Froome durante el Dauphiné lo convirtió en co-capitán del Equipo Ineos para el Tour junto con Geraint Thomas, quien cayó tres veces durante el Grande Boucle después de abandonar el Tour de Suisse en otra caída.
Bernal no tuvo ningún problema esta vez. Solo la contrarreloj en Pau (22º y 1’36 » sobre Julian Alaphilippe) no le sirvió de nada. Se coronó solo a la cabeza de la cumbre más alta del Tour: el col d’Iseran a 2770 metros de altitud, aproximadamente el mismo que Zipaquirá, la ciudad de la que proviene en Colombia, que se hizo famosa por una catedral de sal y el novelista Gabriel García Márquez, el Premio Nobel de Literatura de 1982 y autor de Cien años de soledad [curiosamente, Bernal solo en las montañas para cerrar el capítulo de cien años de la camiseta amarilla].
La etapa 19 en la que se apoderó de las riendas de la clasificación general, tomando el relevo de Alaphilippe, se acortó debido a una tormenta, el camino hacia Tignes era intransitable debido a las grandes cantidades de granizo y la masa de escombros, pero su reinado podría ser largo. . En una entrevista con la revista Vélo mensual francesa durante el Le Tour de Langkawi 2017 en Malasia, declaró: «No sé si tendré el nivel para ganar un Tour, un Giro o una Vuelta. Si mi destino como ciclista es llevar las caramañolas (botellas) para mis compañeros de equipo, quiero convertirme en el mejor portador de caramañolas del mundo. Simplemente quiero ser la mejor versión de mí mismo «.
Es la mejor versión del jersey amarillo de 100 años.