La diversidad biológica es más que plantas, animales, microorganismos y ecosistemas. Se trata también de las personas y de la necesidad de alimentos seguros, medicamentos, agua y aire limpios, refugio y un ambiente saludable para vivir.

Este es el principio detrás del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que fue firmado por 150 líderes gubernamentales en la Cumbre de la Tierra de Río de 1992 y se dedica a promover la conservación de la biodiversidad, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.

Con base en el convenio, cada país adopta estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad y se suscriben a estrategias y marcos globales (actualmente el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, que incluye las Metas de Aichi). Además, cada nación debe presentar informes nacionales cada cuatro años para proporcionar una actualización sobre el progreso de sus planes y su contribución a las metas mundiales.

Actualmente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) está apoyando a más de un centenar de países a producir su sexto informe nacional para el convenio.

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Arbusto warri, propio de las islas del Caribe. Foto de B. Noel.

El proyecto brinda apoyo técnico y financiero a países en desarrollo, pequeños estados insulares y países con economías en transición para informar sobre el progreso en el logro de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica y las metas nacionales de biodiversidad asociadas.

«Los sextos informes nacionales son particularmente importantes porque proporcionarán una revisión final sobre el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y el logro de las Metas de Aichi para la Biodiversidad», dice Michele Poletto, oficial del programa de UNEP para este proyecto.

«Estos informes se incorporarán a la discusión en curso sobre el futuro Marco Mundial de Biodiversidad posterior a 2020, que sentará las bases para la acción internacional en esta materia hasta 2050», añade.

Además de facilitar el apoyo financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), UNEP colabora con otros socios para proporcionar asistencia técnica especializada y desarrollar herramientas que mejoren la adquisición de datos de calidad, científicamente sólidos, para una mejor presentación de informes.

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Orangután en Kalimantan, Indonesia. Foto de Terry Allan/CIFOR

Estas herramientas incluyen pautas y un manual de recursos sobre informes, materiales de orientación sobre participación de las partes interesadas y género, y plataformas específicas desarrolladas para el uso de indicadores de biodiversidad y datos espaciales, como el Laboratorio de Biodiversidad de la ONU. Este apoyo se extiende también a talleres de creación de capacidad y seminarios web para ayudar a los países a utilizar mejor estos datos y herramientas, e interpretar los materiales de orientación de la Convención para mejorar la presentación de informes.

«En los últimos años, y como resultado de este apoyo, la calidad y la presentación oportuna de los informes nacionales ha mejorado», dice Antony Kamau, oficial de programa de UNEP que trabaja en el proyecto.

«Parte de nuestro trabajo puede parecer aburrido, pero es vital para progresar en los asuntos ambientales. Proporcionamos datos vitales para la planificación nacional y recursos relevantes para las evaluaciones globales sobre la implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica», explica Kamau.

UNEP apoya a los gobiernos en el cumplimiento de sus compromisos en virtud de los tres Convenios de Río: el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación.

El proyecto “Apoyo a Partes Elegibles para producir el Sexto Informe Nacional al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)”, financiado por el GEF, apoya a 139 países. Comenzó a fines de 2017 y se extenderá hasta mediados de 2020. Los socios son la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial (UNEP-WCMC).

Para obtener más información, por favor contacte a Antony Kamau o Michele Poletto.

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