Actualmente, 1,35 millones de personas fallecen cada año en accidentes de tráfico. En la jornada dedicada a recordar a las víctimas de esos siniestros, la Organización Mundial de la Salud subraya la importancia de diseñar vehículos que brinden mayor protección a los tripulantes. 

Cada 24 segundos se registra una muerte en las carreteras del mundo y 1,35 millones de personas sucumben anualmente por accidentes de tráfico, señalan los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El 13% de esos decesos ocurren en los países de renta baja, pese a que en ellos sólo hay el 1% del parque vehicular. Las naciones de renta alta, en cambio, tienen el 40% de los coches y el 7% de las defunciones.

En el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, celebrado cada 17 de noviembre, la OMS instó a alentar la incorporación universal de las mejores tecnologías de seguridad pasiva y activa de los vehículos para reducir la cantidad de muertes.

Del mismo modo, pidió combinar la armonización de las normas mundiales con los sistemas de información a los consumidores y exhortó a mejorar los incentivos para acelerar la introducción de nuevas tecnologías.

Los vehículos más seguros constituyen un pilar del Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial, que busca evitar no sólo los fallecimientos, sino las lesiones y enfermedades graves que suceden año tras año debido a los accidentes de tránsito y a la contaminación del aire por los automotores.

Los datos de la OMS indican que los accidentes viales son la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. Además, las lesiones derivadas de esos eventos representan la octava razón de muerte a nivel global.

Los más vulnerables

Las cifras también demuestran que los usuarios más vulnerables de las calles y carreteras, es decir, peatones, ciclistas y motociclistas, cuentan por el 54% de las víctimas de los siniestros. Estos sucesos fatales son muchos más numerosos en las países de renta baja que en los de ingresos altos.

La OMS afirmó que las pérdidas humanas, económicas, sociales y sanitarias pueden evitarse con medidas de protección y educación vial para automovilistas.

En este sentido, reconoció las provisiones de seguridad que han implementado muchos países y que han permitido saber cuál el camino más adecuado para disminuir los accidentes carreteros.

Entre las medidas que ayudan a salvar vidas que han probado su eficacia destacan el control de la velocidad, el mejor diseño e infraestructura, la seguridad de los vehículos, la vigilancia del cumplimiento de los reglamentos de tránsito y la atención médica inmediata después de los accidentes.

Asimismo, son cruciales el uso de cinturones de seguridad y sillas protectoras para los niños, el control de alcoholemia y la utilización de cascos protectores por parte de los ciclistas y motociclistas.

La OMS es una de las organizaciones coordinadoras de la tarea de reducir los accidentes de tráfico y, para ello, ha publicado la iniciativa “Salve vidas”, un paquete de medidas técnicas de seguridad vial.

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