- Ofrecemos tres claves tácticas del actual esquema del Liverpool
- Son fundamentales la intensidad y la velocidad de sus laterales
- Xavi opina sobre el equipo confeccionado por Juergen Klopp
El Liverpool lleva unos meses desplegando un fútbol fascinante, que combina a la perfección fluidez y solidez para desatar un torrente teñido de rojo que adopta la forma tanto de muralla frente a los ataques que buscan perforar su meta como de avalancha contra las defensas que tratan de resistir ante su fuerza imparable.
Los hinchas y los analistas se deshacen en elogios hacia un equipo que avanza como una apisonadora por la Premier League inglesa esta temporada. ¿Y cuál es su secreto?
Para quienes no estén familiarizados con esta última versión del cuadro campeón de Europa que dirige Klopp, presentamos tres componentes fundamentales de su esquema táctico.
1. Dos laterales del máximo nivel como motores
A pesar de tener solo 21 y 25 años respectivamente, Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson llevan ya una temporada y media siendo los catalizadores clave del ataque del Liverpool. Su velocidad, su confianza y su bien pertrechado repertorio de centros los convierten en una fuente de munición inagotable e impredecible para los adversarios.
Pero quizás más importante aún sea su gran compenetración con los dos extremos invertidos, Sadio Mané (diestro que actúa por la izquierda) y Mohamed Salah (zurdo que ocupa el flanco derecho).
Los laterales permiten acumular jugadores en las bandas y abrir espacios por sus carriles, abasteciendo así de balones a los goleadores africanos y proporcionándoles a la vez tiempo y espacio para que practiquen su mejor juego.
2. La abnegación de Firmino
Y si bien los laterales aportan un combustible de alto octanaje al desempeño ofensivo de los Reds, otra de las claves es el extraordinario desempeño de Roberto Firmino, con aspectos de su juego más discretos. El brasileño deslumbra en los momentos en que exhibe un fútbol desenfadado, pero su mayor influencia quizás radique en el manejo de los espacios.
Después de actuar como mediapunta en el Hoffenheim y acabar convirtiéndose en un mortífero rematador, es un falso nueve natural.
Sabe bajar desde la punta para crear espacios que los demás atacantes aprovechan para desestabilizar a los centrales contrarios, y también acoplarse sin fisuras a la retaguardia y apoyar de espaldas a la meta a quienes se lanzan arriba partiendo desde el mediocampo. Cuando no tiene el balón, enseguida se convierte en la primera línea defensiva.
3. Dominio en las transiciones
Los equipos punteros del planeta están perfectamente organizados y dispuestos, de modo que sus escasos puntos débiles a menudo solo pueden aprovecharse en una fracción de segundo, y no a través de una acompasada labor de desgaste.
Si preguntamos a los entrenadores de élite en qué factores inciden más para conseguir la victoria, uno de los más importantes siempre es la eficacia en las transiciones, esos momentos en los que se pierde o se recupera el balón.
El inolvidable Gegenpress de Klopp en el Borussia Dortmund (en el que su equipo se ponía a presionar de inmediato para volver a hacerse con la pelota tras perderla) se ha desarrollado en el Liverpool y, cuando surge la oportunidad, esa recuperación puede ser mortífera en el momento en que se produce.
Por eso, al preguntarles en qué aspectos era su equipo el mejor del mundo, Mané y Trent Alexander-Arnold mencionaron sin dudarlo la presión, la contrapresión y su intensidad general.
El equipo está impulsado por un mediocampo provisto de todos los recursos necesarios, que rebosa dinamismo, movilidad y una inteligente variedad de pases, con una organización y una disciplina estrictas e innumerables opciones en las bandas para abrir el juego al instante.
Los oponentes que se entretengan lo más mínimo con el balón no solo se quedarán sin él, sino que pueden pasar a lamentarlo en cuestión de segundos.
Qué dicen los expertos
Xavi,_ antiguo astro del Barcelona y actual entrenador del Al-Sadd
“Cuando llegó Juergen Klopp, a mí lo único que me preocupaba, como seguidor del Liverpool, era si evolucionaría, se adaptaría, cambiaría, a partir de un 4-3-3, con una presión contante todo el tiempo. ¿Iban a dejar sus equipos alguna vez esos partidos de baloncesto de un extremo a otro? ¿Solucionaría el problema de la defensa? No pensaba que fuese a hacerlo. [El éxito del equipo] se debe a los cambios que trajo Klopp, y ese es su mayor mérito como entrenador”.
Jamie Carragher, exdefensor del Liverpool
“El Liverpool no estira a medias a los equipos. En cuanto a anchura de la cancha, consigue que sea enorme, con sus laterales Robertson y Alexander-Arnold. Lo hace muy, pero que muy bien. Practica un juego extraordinario”.
Alan Shearer, máximo goleador de todos los tiempos de la Premier League
“Creo que si el Liverpool perdiese a esos dos laterales le afectaría tanto como quedarse sin sus dos principales atacantes [Mané y Salah]. Son fabulosos. Si les ocurriese algo a esos dos, en mi opinión su capacidad ofensiva disminuiría enormemente”.
Graeme Souness, bicampeón de la Copa de Europa con el Liverpool