La UEFA ha decidido esta mañana aplazar la celebración de la Eurocopa hasta 2021, así como finalizar sus competiciones de clubes, Liga de Campeones, masculina y femenina, y Liga Europa, cuando la pandemia del coronavirus permita su reanudación. Para el aplazamiento de la Eurocopa, la UEFA ha de pedir permiso a la FIFA.

La decisión, tomada desde Nyon por el presidente del organismo, el esloveno Alexander Ceferin, mediante una conferencia telemática con las 55 federaciones que lo componen, está encaminada a evitar el descalabro económico que hubiera supuesto la suspensión tanto de la Eurocopa, prevista del 12 de junio al 12 de julio en 12 países diferentes, así como de los torneos aún en disputa.

La decisión conlleva un torrente de consecuencias no solo deportivas, sino también, fuertemente, económicas. La última Eurocopa celebrada en Francia, en 2016, generó ingresos por valor de 2.000 millones de euros. Los ingresos brutos comerciales de la UEFA Champions League 2018/19, la UEFA Europa League 2018/19 y la Supercopa de la UEFA se estimaron en unos 3.250 millones de euros. Del citado estimado bruto, 295 millones se reservaron para cubrir los gastos de organización relativos a las competiciones, y el 7% (227,5 millones) para los pagos de solidaridad. De los ingresos netos resultantes de 2.730 millones de euros, el 6,5% se reservó para el fútbol europeo y se mantendrá en la UEFA, y el 93,5% restante se distribuyó entre los clubes participantes.

Tanto la UEFA, con unas reservas de unos 574 millones de euros que podrían no ser suficientes, como las federaciones y los clubes contemplaban y contemplan con pánico una hipotética no conclusión de los campeonatos o su no celebración. La falta de cobertura de los seguros ante causas de fuerza mayor, como la actual, que impedirían contar con la totalidad de los ingresos por retransmisión previstos, tiene en jaque al futbol mundial. LaLiga ya ha advertido de que la suspensión definitiva del campeonato le supondría unas pérdidas de 638 millones de euros, en Italia establecen la cifra por encima de los 1000 millones de euros. No es casualidad que los dos organismos que más intereses económicos se juegan este verano, la UEFA con la Eurocopa, y el Comité Olímpico Internacional (COI), con los Juegos de Tokyo, hayan sido los más tardíos en pronunciarse y en tomar medidas. Ambas instituciones han recibido fuertes críticas por su retraso en la toma de decisiones.

elpais.com