A través de Instagram Live, realizado por la cuenta oficial @fedeciclismocolombia, Juan Pablo Suárez, uno de los grandes referentes del lote nacional, habló con entereza y criterio de la situación que afronta la economía del ciclismo colombiano en medio de la crisis del COVID-19.

A sus 34 años, y con una amplia experiencia en el ciclismo de élite, el antioqueño analizó el panorama sin competencias locales, el respaldo incondicional del equipo EPM Scott, su trayectoria y las dificultades en medio de un panorama incierto que no permite enfocar objetivos claros a nivel competitivo.

«Ya todos sabemos lo delicado del asunto, todos los días se habla de eso. Para mí, a parte de que no hay carreras o no puede haber, lo miro desde el lado positivo: nunca había tenido unas vacaciones tan largas con mi familia. Lo he visto de ese modo para descansar mentalmente, porque igual se hace rodillo. A veces viajamos mucho, aquí cada ocho días uno entra o sale… estar en carro, avión, en la bicicleta. Esperemos que esto pase y ojalá que el ciclismo no sufra mucho», dijo el ciclista nacido en Medellín un 30 de mayo, fecha que justamente es el plazo de la cuarentena obligatoria establecida por el Gobierno Nacional y el Ministerio del Deporte.

Sin embargo, dadas las circunstancias de la evolución del coronavirus en el país, los eventos masivos tendrán que aguardar por un periodo de suspensión más amplio. «El tema más importante es el de la salud, pero es muy grave que de pronto se cancelen las carreras.  Aún no tenemos objetivos claros, estamos entrenando para mantenernos bien, en forma, gracias a Dios a nosotros EPM nos ha respaldado bien con nuestros sueldos, con la parte física, los médicos enviando planes. Han estado muy pendientes y les agradezco mucho a Gaby (Gabriel Jaime Mesa) y a don Raúl (Mesa). Es preocupante que hay equipos que no contaron con esa mismas suerte y decidieron acabarlos, esperemos que podamos salir de esta situación. No creo que se hagan todas las carreras, pero creo que se puede recuperar lo más importante»

«Creo que la temporada sí se puede salvar con la Vuelta a Colombia, a mí me gusta mucho esta carrera, pero mi pensamiento es que sin público para el patrocinador, por la exposición de la marca va a ser muy difícil. Ya llegando al extremo, que no es tan extremo porque puede pasar, tendría que ser muy bien transmitida para que los patrocinadores se vean. A uno como ciclista le harán falta los gritos de la gente, pero con buena transmisión le llegará a público. Los medios y la TV, sobre todo, manejan muchas masas, y en este momento que estamos en casa, el raiting sería muy grande», analizó el subcampeón de la carrera por etapas más tradicional del país y campeón del Clásico RCN, que ve en el ciclismo virtual una opción para distraer el encierro de la cuarentena.

«La verdad me parece muy bacano que esta herramienta esté ahí latente. Yo lo veía más para los gomosos que no tenían tiempo, pero personalmente no estoy vinculado porque no tengo el simulador tan actualizado, tengo el normal. Es una herramienta muy buena, sirve mucho, y con todo lo que ha avanzado, es una herramienta chévere, pero estar afuera no lo reemplaza nadie», afirmó el ciclista que ha hecho historia en la Vuelta al inscribir su nombre como ganador de etapas inéditas como el final en Ituango y el mítico Picacho.

«A mí la verdad se me han dado las etapas inéditas. Me gustan mucho las etapas reinas porque siempre han sido etapas duras. Gracias a Dios se me ha dado la victoria en estas etapas como Ituango y el Picacho, me gustan esos retos, hay que mentalizarse bastante para buscar las victorias en esas etapas», aseguró el antioqueño, integrante de nóminas importantes en Orgullo Paisa, Orbitel, GW Shimano y el Team Colombia, proyecto que marcó su adiós al ciclismo de alta competencia en Europa.

«Busqué varios equipos y tuve varias ofertas, pero fueron ofertas aprovechándose de la situación, el típico: lo toma o le deja. Tuve un par de ofertas en USA y en Europa, pero tenía que pensar en lo económico y fuera de eso don Raúl conmigo ha sido como un papá y prefería estar con él. Por eso decidí no volver», afirmó Juan Pablo, que piensa en las consecuencias de una año sin ciclismo.

«Ya sería un tema muy grave, creo que en Colombia pocos equipos sobrevivirían, la Federación apoyaría a su modo y a su alcance porque somos muchos. Es mejor no pensar en eso, ni siquiera porque perdamos forma, condición o nos haga falta salir a la calle, sería un golpe duro para el ciclismo, sería retroceder a lo que el ciclismo ha despegado en equipos y logística, así tal vez no se esté pasando por el mejor momento en patrocinios».

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