CINCINNATI – Por primera vez desde que la pretemporada fue detenida a mediados de marzo por la pandemia del COVID-19, las instalaciones de los Rojos han sido abiertas para entrenamientos individuales. Pero aún hay varias limitaciones, acatando las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, gobiernos estatales y locales y Major League Baseball.
Con una gran sonrisa, el as de la rotación de los Rojos, el dominicano Luis Castillo, compartió una foto en sus redes sociales desde el terreno del Great American Ball Park, el miércoles.
Sólo los jugadores que viven en Cincinnati tendrán acceso a las instalaciones del parque, y los que residen en Arizona podrán ir al complejo Goodyear. Alrededor de siete jugadores –aún se desconocen quiénes—podrán estar allí por razones médicas. Jugadores fuera del área de Cincinnati y de Arizona no podrán ir a dichas ciudades para entrenar.
Sólo Jesse Winker y Castillo están en Cincinnati y tendrán acceso al parque. No mas de cuatro jugadores a la vez podrán estar dentro de las instalaciones. Cualquier jugador o instructor que ingrese debe tomarse la temperatura, así como someterse a un examen de COVID-19 diariamente.
El clubhouse, cajas de bateo y piscinas de hidroterapia estarán fuera de los límites permitidos. Los jugadores no tendrán que utilizar mascarilla durante los entrenamientos, pero sí durante períodos de inactividad. Todos los instructores y cuerpo de entrenadores tendrán que utilizar mascarillas.
Los entrenamientos con todo el equipo no están permitidos.
Cincinnati no es el único club en abrir las puertas para entrenamientos voluntarios. Los Rays, Astros y Marlins también lo han hecho desde la semana pasada.
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