- Reinaldo Rueda aspira a devolver a Chile a un Mundial tras perderse Rusia 2018
- El técnico, de 63 años, ya logró ese objetivo con Honduras (2010) y Ecuador (2014)
- En su primer gran torneo con la Roja, la Copa América 2019, Chile terminó cuarta
“Ha sido un golpe muy fuerte para todos”.
A estas alturas, Chile debería haber iniciado las Eliminatorias a la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 visitando en marzo a Uruguay y recibiendo a Colombia en las dos primeras fechas. Pero el fútbol internacional quedó suspendido por la pandemia y tocará esperar para ver de nuevo en acción a la Roja de Reinaldo Rueda.
“Ojalá el fútbol vuelva pronto. Lo necesitamos”, reconoce el técnico colombiano. Pese a todo, la actividad del Profe y su equipo no se ha reducido en estos tiempos de cuarentena. Son días para planificar, estar al pendiente de sus internacionales y su situación deportiva y personal, participar en charlas y talleres de fútbol, y hasta para retomar viejas aficiones.
También para sentarse a hablar con FIFA.com sobre la necesidad de que Chile regrese a un Mundial tras la dolorosa ausencia de Rusia 2018, el relevo generacional que ha comenzado en el equipo o sus favoritos para clasificar a Catar 2022. Experto en “resucitar equipos”, Rueda tiene ante sí un reto apasionante del que nos habla en exclusiva.
Profe, ¿cómo está llevando este periodo sin fútbol?
¡Es una nueva experiencia de vida! Antes el día a día era más compartido con todo el cuerpo técnico y nos reuníamos en el centro de entrenamientos con los distintos departamentos, compartíamos la planificación, revisión de material de trabajo, preparación de entrenamientos, edición de vídeos… Ahora lo hacemos todo vía online. Y luego participando en dinámicas de formación, leyendo, haciendo ejercicio para liberar el estrés, ayudando a las labores domésticas…
¿Alguna actividad que esté aprovechando para hacer ahora que está en casa?
Estoy mejorando el inglés y también dedicándole minutos al acordeón, una de mis debilidades desde niño, con nuestro folclor ballenato en Colombia. Desafortunadamente se me han quejado los vecinos (risas). Ahora he tomado unos recaudos y cierro ventanas y puertas para sacar algunas notas.
¿Cómo está siendo la relación con sus jugadores?
Las primeras semanas estuvimos muy pendientes sobre todo de los que tenemos en Europa, contactándoles por su estado de salud y deseándoles lo mejor… Y luego, siendo muy respetuosos, porque somos conscientes de que cada club tiene sus dinámicas de trabajo, empezamos a enviarles a todos vídeos muy corticos para hacer un poco de memoria táctica y reforzar la confianza, recordándoles los buenos momentos que han vivido con la selección nacional.
Ayer comenzaron los trabajos de La Roja! ?
?El profesor Reinaldo Rueda citó a 24 jugadores para realizar el primer microciclo del año con nominados del medio local, con miras a los futuros compromisos de La Roja. ?? pic.twitter.com/LqpU89GYwM— Selección Chilena en ? (@LaRoja) February 25, 2020
Deberíamos estar inmersos en las Eliminatorias, pero toca esperar. ¿Cómo afecta el parón al equipo?
Ha sido muy traumático, porque ya han sido 6 para 7 meses sin apenas contacto con los jugadores y aquí en Chile, además, no hubo competencias de octubre a diciembre –los amistosos de noviembre fueron suspendidos por las protestas sociales en el país-.
Ahora depende de cuándo retornen las ligas. El ritmo después de tantas jornadas de inactividad, por más que jugadores y cuerpos técnicos se hayan preocupado de hacer un mantenimiento, va a ser difícil. Y después está la parte psicológica de lograr un nivel ideal de competencia. Deberemos hacer un aprovechamiento de lo que hagan los clubes donde están nuestros internacionales.
¿Teme que este parón sea especialmente perjudicial para los miembros de la Generación Dorada, ya veteranos?
Es muy fuerte, pero ellos son muy optimistas. El jugador chileno tiene una buena longevidad. Como el vino, cuanto más añejos, más maduran y están más tranquilos. Pero hay que afrontar la realidad del desgaste de esta profesión. Seis meses, por ejemplo, no son lo mismo para un chico de 26 que para un hombre de 35-36. Impactan.
Cabe esperar que nuestros jugadores grandes tengan salud y que eso les permita tener vigencia en sus clubes porque, sobre todo los que juegan fuera, están pasando dificultades para ser titulares.
Uno de los retos de su proyecto es iniciar el relevo generacional. ¿Planea dar descanso a los Vidal, Médel, Alexis…?
Se necesitan tanto la sabiduría y la experiencia de los hombres grandes como la fortaleza y el entusiasmo de los jóvenes para poder hacer una selección equilibrada. Y por ahí está el camino que ya se reflejó en la Copa América del año anterior, donde aparecieron jóvenes como Paulo Díaz, Erick Pulgar, Edgar Pasos…
Hay que esperar a que el fútbol regrese, ver qué hombres están mejor e ir proyectando el camino a Catar con quienes que vayan a llegar con mejor nivel a la exigencia de una Copa del Mundo. Hablar de estrategias ahora es un poco incierto, pero no descarto ir proyectando jóvenes aprovechando también la madurez y experiencia de los líderes. Tenemos que dejar un legado y sembrar para el futuro inmediato del fútbol chileno.
Hablando de veteranos, el año pasado nos dejó el regreso de Claudio Bravo a la Roja. ¿Cambia la forma de jugar con alguien de su jerarquía?
Sin duda. Es impresionante cómo influye Claudio Bravo y su ascendencia en la selección por su trayectoria, su inteligencia de juego… Lo perdimos todo un año por su lesión, la rotura del talón de Aquiles, y ahora esperar que pueda seguir aportando toda su capacidad y talento. Va a ser determinante si lo podemos disfrutar. Esa es la gran ilusión. Nadie se quiere ir de la selección y por ahí va a pasar todo. Ojalá le veamos defender la meta en Catar.
Especialista en regresar selecciones a un Mundial, como ya hizo con Honduras (2010) y Ecuador (2014), ahora espera hacer lo mismo con Chile. ¿Es este un reto que le resulta particularmente atractivo?
Es un desafío altísimo por lo que significó el impacto de no clasificar a Rusia para una generación que había dado grandes satisfacciones al país. 2018 fue un golpe fortísimo para la sociedad chilena y llegamos como paliativo a ese trauma. Lo primero fue hacer esa sanación psicológica que tanto jugadores como la afición necesitaban para volver a creer en este fútbol. Nuestra ilusión es recuperar el status que Chile ha tenido en los últimos años.
Las Eliminatorias sudamericanas son muy fuertes, muy difíciles por todo el talento que hay, la complejidad geográfica y las propias selecciones, todas muy equilibradas, muy fuertes. Acá no hay un 13-0 ni nada parecido.
¿Se atreve a pronosticar quiénes irán a Catar?
Tenemos como referencia lo que pasó en la Copa América, aunque no sé cómo de confiable sea un torneo corto. Por ejemplo, hay potencias como Uruguay que no estuvieron entre los cuatro primeros. Es todo muy equilibrado, pero aparte de nosotros, tengo mi admiración por el gran trabajo que viene desarrollando Argentina. En la Copa América, de los 23 jugadores que presentó 14 eran nuevos y con una gran proyección, jugadores consolidados en la élite y con gran presencia en las principales ligas. Aparte están Uruguay, Brasil y Colombia. Esos cuatro países tienen esa gran bondad de la superpoblación y el buen trabajo que vienen desarrollando.
fifa.com