- El Juego Global explora el fútbol en Groenlandia
- El país no es miembro de la FIFA ni de la UEFA
- El Proyecto Goal, clave para el desarrollo del juego
Al pensar en Groenlandia, las primeras palabras que se nos vienen a la cabeza suelen ser «nieve», «polo norte» o «temperaturas gélidas». En cualquier caso, también hay lugar para el fútbol, ¡cómo no!
El deporte rey goza de una enorme popularidad en todo el mundo. Groenlandia, la región más septentrional de Europa y en la que más del diez por ciento de sus cerca de 56.000 habitantes juegan al fútbol, no es la excepción. No obstante, a la hora de practicar su deporte favorito, los groenlandeses tienen alguna que otra dificultad.
Las dimensiones gigantescas de la isla más grande de la Tierra —mide alrededor de 2.650 kilómetros de largo y hasta 1.000 kilómetros de ancho— hacen que disputar un campeonato liguero al uso sea prácticamente imposible: los desplazamientos para los partidos fuera de casa serían demasiado costosos, tanto en tiempo como en dinero, para la mayoría de los clubes.
Por eso la liga nacional se celebra en apenas unas semanas y con un formato modificado. Se juegan cinco torneos regionales, y ocho equipos pasan a una fase final que consta de dos grupos de cuatro. Estos ocho equipos son los que luchan por el título.
Pero aún mayor que el reto de las grandes distancias es el de las condiciones climáticas. En Groenlandia domina el clima polar y subpolar, suavizado únicamente en la costa oeste por la corriente de Groenlandia Occidental. El hielo solo deja despejados 410.000 kilómetros cuadrados de suelo, el equivalente al 19 % de la superficie total de la isla, y a ello hay que sumar las habituales ventiscas y las nevadas.
Debido a estas rigurosas condiciones climatológicas, en Groenlandia solamente su puede jugar al fútbol al aire libre entre finales de mayo y mediados de septiembre, y ha de ser en canchas de tierra batida, porque no es posible cultivar el césped.
Las plagas de musgo y la gran cantidad de agua de deshielo provocan que a los futbolistas se les hundan los pies hasta los tobillos en el barro de los campos de hierba natural. Por otra parte, construir terrenos de juego de césped artificial que cumplan las exigencias internacionales es una misión titánica.
Hace poco más de una década, se encontró una primera solución a todos estos retos: impulsado por la Federación Danesa de Fútbol (DBU) y financiado por el proyecto Goal de la FIFA, en septiembre de 2009 se iniciaron las obras de la primera cancha de césped artificial del país en Qaqortoq, localidad situada al sur de Groenlandia.
El proyecto Goal que hizo historia
La construcción de este terreno de juego ultramoderno costó cerca de 500.000 dólares, de los cuales 400.000 se financiaron gracias al proyecto Goal.
«Con esta nueva cancha hemos hecho historia», subrayó Nuka Kleemann, presidente de la Federación Deportiva de Groenlandia (GIF), en la inauguración del recinto en septiembre de 2010. «Les estaremos eternamente agradecidos a la FIFA y a la DBU por su generoso apoyo».
Groenlandia cuenta desde 1971 con su propia federación de fútbol, la denominada Kalaallit Arsaattartut Kattuffiat y, en 1977, el país disputó sus primeros partidos bajo la batuta del danés Niels Møller. De los cuatro partidos que jugó contra equipos de daneses de divisiones inferiores, Groenlandia ganó dos y perdió otros dos.
La primera vez que la selección groenlandesa se enfrentó a otros combinados nacionales fue en 1980, a las órdenes de Uvdlo Jakobsen, y perdió sus dos partidos contra Islas Feroe e Islandia.
Máximas de diez grados en verano
La selección groenlandesa no está reconocida ni es miembro de la UEFA ni de la FIFA. Por este motivo, y a diferencia de países pequeños como Andorra o San Marino, no puede participar en competiciones internacionales como los clasificatorios para la Eurocopa ni el Mundial.
La razón es que Groenlandia es una región autónoma de Dinamarca y no un estado independiente, requisito indispensable según los estatutos de la FIFA para poder participar en torneos internacionales.
En consecuencia, la selección nacional continúa siendo de nivel amateur. Eso sí, el deseo de Groenlandia es el mismo: llegar a ser miembro de la UEFA y poder participar en una fase de clasificación para la Eurocopa.