172 corredores tomaron la salida en la séptima etapa del Tour de Francia 2020, con un recorrido previsto de 168 kilómetros entre Millau y Lavaur, a las 13:36. El maillot de puntos rojos Benoît Cosnefroy (Ag2r La Mondiale) fue el primer atacante de la jornada, buscando una ventaja que le permitiera coronar en primera posición la Côte de Luzençon (3ª, km 9). Y lo consiguió, pero por centímetros: tanto él como sus compañeros de aventura Michael Schär (CCC Team) y Lilian Calmejane (Total Direct Energie) fueron absorbidos rápidamente por un Bora-Hansgrohe que desde el kilómetro 4 tomó la alternativa en cabeza del pelotón para endurecer la carrera buscando favorecer las opciones de su líder Peter Sagan en la clasificación por Puntos y en la meta de Lavaur.
Bora-Hansgrohe diezmó al pelotón
Ya al pie del primer puerto puntuable perdieron comba favoritos para la llegada masiva como los ganadores de la primera y la tercera etapa, Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) y Caleb Ewan (Lotto-Soudal). En su cima cedió Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step). El maillot verde, arropado por sus coequipiers, volvió a contactar con la cabeza de carrera en el kilómetro 18… para volver a verse descolgado por el ritmo incesante de Bora-Hansgrohe. El pulso entre los grupos fue apasionante y acabaría decantándose del lado de los alemanes, que dejaron un pelotón menguado con apenas unos pocos velocistas. A 500 metros de coronar la Côte de Paulhe (4ª, km 97,5), Thomas de Gendt (Lotto-Soudal) arrancó para marcharse en solitario, registrando una ventaja máxima de 45” antes de ser cazado a 35 kilómetros de meta.
Ineos Grenadiers lanzó los abanicos
Al paso por Castres (km 124), el recorrido cambiaba de dirección: después de un tramo hacia el suroeste, pasaba a mirar directo al oeste. El viento hizo el resto. Ineos Grenadiers tomó la cabeza del pelotón en previsión de unos posibles abanicos y efectivamente acabó propiciándolos. Los cortes perjudicaron al maillot blanco Tadej Pogačar (UAE Team Emirates) y a favoritos para la general como Mikel Landa (Bahrain-McLaren) o Richie Porte (Trek-Segafredo). Jumbo-Visma, Groupama-FDJ y Astana Pro Team, entre otros, contribuyeron al éxito de la escaramuza. Con la cabeza de carrera reducida a 40 corredores, a menos de 20 kilómetros de meta, Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) sufrió un pinchazo que le relegó al grupo perseguidor, que cedería 1’20” en meta.
Wout van Aert (Jumbo-Visma) se anotó su tercera etapa de siempre en el Tour de Francia, la segunda en esta edición, al batir en un sprint reducido a Edvald Boasson Hagen (NTT Pro Cycling) y Bryan Coquard (B&B Hotels-Vital Concept). La etapa estuvo marcada en sus dos primeros tercios por el trabajo del Bora-Hansgrohe de Peter Sagan, que aprovechó el terreno repechero para eliminar a la mayoría de velocistas de la contienda. En el tercio final, los abanicos lanzados por Ineos Grenadiers costaron 1’20” a favoritos como Tadej Pogačar (UAE Team Emirates) o Mikel Landa (Bahrain-McLaren)… y a su colíder Richard Carapaz, víctima de un pinchazo a 20 kilómetros de meta. El británico Adam Yates (Mitchelton-Scott) supo navegar las circunstancias para retener el maillot amarillo.
172 corredores tomaron la salida en la séptima etapa del Tour de Francia 2020, con un recorrido previsto de 168 kilómetros entre Millau y Lavaur, a las 13:36. El maillot de puntos rojos Benoît Cosnefroy (Ag2r La Mondiale) fue el primer atacante de la jornada, buscando una ventaja que le permitiera coronar en primera posición la Côte de Luzençon (3ª, km 9). Y lo consiguió, pero por centímetros: tanto él como sus compañeros de aventura Michael Schär (CCC Team) y Lilian Calmejane (Total Direct Energie) fueron absorbidos rápidamente por un Bora-Hansgrohe que desde el kilómetro 4 tomó la alternativa en cabeza del pelotón para endurecer la carrera buscando favorecer las opciones de su líder Peter Sagan en la clasificación por Puntos y en la meta de Lavaur.
Bora-Hansgrohe diezmó al pelotón
Ya al pie del primer puerto puntuable perdieron comba favoritos para la llegada masiva como los ganadores de la primera y la tercera etapa, Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) y Caleb Ewan (Lotto-Soudal). En su cima cedió Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step). El maillot verde, arropado por sus coequipiers, volvió a contactar con la cabeza de carrera en el kilómetro 18… para volver a verse descolgado por el ritmo incesante de Bora-Hansgrohe. El pulso entre los grupos fue apasionante y acabaría decantándose del lado de los alemanes, que dejaron un pelotón menguado con apenas unos pocos velocistas. A 500 metros de coronar la Côte de Paulhe (4ª, km 97,5), Thomas de Gendt (Lotto-Soudal) arrancó para marcharse en solitario, registrando una ventaja máxima de 45” antes de ser cazado a 35 kilómetros de meta.
Ineos Grenadiers lanzó los abanicos
Al paso por Castres (km 124), el recorrido cambiaba de dirección: después de un tramo hacia el suroeste, pasaba a mirar directo al oeste. El viento hizo el resto. Ineos Grenadiers tomó la cabeza del pelotón en previsión de unos posibles abanicos y efectivamente acabó propiciándolos. Los cortes perjudicaron al maillot blanco Tadej Pogačar (UAE Team Emirates) y a favoritos para la general como Mikel Landa (Bahrain-McLaren) o Richie Porte (Trek-Segafredo). Jumbo-Visma, Groupama-FDJ y Astana Pro Team, entre otros, contribuyeron al éxito de la escaramuza. Con la cabeza de carrera reducida a 40 corredores, a menos de 20 kilómetros de meta, Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) sufrió un pinchazo que le relegó al grupo perseguidor, que cedería 1’20” en meta.
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